Valerio Rómulo, o también Marco Aurelio Rómulo (en latín, Valerius Romulus o Marcus Aurelius Romulus; c. 292/295 – 309) fue hijo del César y más tarde usurpador Majencio y de Valeria Maximila, hija del emperador Galerio.
Es nombrado cónsul por su padre en esos mismos años.
Rómulo fue enterrado en la residencia imperial de su padre, en la Via Appia, y su grandiosa tumba fue diseñada como un mausoleo dinástico.
A su muerte, fue deificado y su padre le dedicó el Templo del divo Rómulo en el Foro romano.
El nombre de Rómulo no había sido elegido de manera indiferente por Majencio, sino que de esa manera pretendía exaltar sus vínculos con la capital del imperio para aumentar su prestigio ante sus competidores políticos.