Otros estudiosos sostienen que Bach se limitó a tomar prestadas para el aria ideas suyas de juventud.Estas copias son la única información disponible en la práctica cuando los editores modernos pretenden ser fieles a la intención de Bach.[15] La obra es considerada por algunos autores como una passacaglia y por otros como una chacona –la diferencia consiste en que el tema en una chacona se extiende normalmente solo cuatro compases, mientras el aria se extiende a lo largo de dos secciones de dieciséis compases, con repetición, cada una.Ahora bien, Bach lleva la forma a tan alto nivel que solo obras muy posteriores pueden considerarse equiparables, como por ejemplo, las Variaciones Diabelli de Beethoven.La decimosexta variación, escrita en la forma de una obertura francesa —su lenta introducción, punteada, corresponde a su primera mitad y la fuga siguiente (no estrictamente) a la siguiente mitad del tema en el bajo— enfatiza la construcción binaria de la obra.[2] El clavecinista Ralph Kirkpatrick[16] destaca que las variaciones entre los cánones también están dispuestas según un patrón.Terminadas las treinta variaciones, Bach indica Aria da Capo è fine, que significa que el intérprete debe volver al principio (da Capo) y volver a interpretar el aria antes de terminar.Aunque con mucha mayor dificultad, la obra puede ser ejecutada también con un clave de un solo manual o con un piano.En el estilo francés de ornamentación es característico que los adornos se opongan a la melodía.Algunos intérpretes optan por omitir total o parcialmente estas ornamentaciones, en este sentido tal vez la versión más interesante sea la de Wilhelm Kempff para piano.[2] Esta animada variación en compás de 3/4 contrasta marcadamente con el lento y contemplativo tono del aria.Williams[6] y Dahler[17] consideran que esta idea da a la variación un aire de polonesa.Seguramente las versiones de Glenn Gould al piano estén entre las más rápidas (durando 35 segundos, sin repeticiones).Se trata de una variación muy breve, con solo dieciséis compases, que suele tocarse en un tempo lento.La décima variación es un breve fuga a cuatro voces indicada alla breve, con un tema que se presenta en cuatro compases, profusamente adornado con ornamentos y en cierto modo reminiscente de la melodía del aria del principio.Parece una contra-exposición: las voces entran una tras otra, todas empiezan exponiendo el sujeto (en algún caso, algo alterado, como en la primera sección).En la primera sección, la mano izquierda acompaña siguiendo la línea de bajo escrita en negras repetidas, en los compases 1, 2, 3, 5, 6 y 7.Está específicamente indicada para ser tocada con clave con dos manuales e incluye numerosos saltos muy amplios entre registros.Este fundido gradual, que deja a la audiencia sobrecogida, esperando escuchar más, es un muy adecuado final para la mitad de esta pieza."De forma distinta a las variaciones precedentes en las que la sección B es relativamente parecida a la sección A, el contraste es mucho más marcado en esta variación, con una clara diferencia entre el lento y majestuoso preludio y la más rápida y vivaz obertura que se hace evidente más o menos en la mitad de la variación, después del compás 16.Esta variación, marcada, alla breve, presenta cuatro partes escritas con varios pasajes imitativos en todas las voces menos la del bajo, que corresponde más a una fuga.Empieza con las manos persiguiéndose una a otra, como si fueran: la línea melódica, que empieza en la mano izquierda con un fuerte ataque sobre el sol sobre el do medio, resbalando desde el re por encima del la, siendo eclipsado por la mano derecha, imitando a la izquierda en la misma altura, pero una corchea más tarde, durante los primeros tres compases, terminando con un pequeño adorno al final del cuarto compás: Este esquema se repite en los compases del 4 al 8, solo que con la mano izquierda imitando a la derecha, y con las escalas ascendiendo en vez de bajar.La segunda sección empieza con una alteración similar en cortas estallidos nuevamente, y lleva luego a un dramático fragmento de terceras tocadas alternativamente con ambas manos.La pianista Angela Hewitt[19] escribió que "la ráfaga de dobles terceras y sextas lleva realmente al límite la técnica de teclado que existía en su tiempo, abriendo camino a los futuros compositores", mientras Peter Williams, maravillado por el alcance emotivo de la pieza, se pregunta: "¿Puede esta ser realmente una variación del mismo tema que está detrás del adagio número 25?"Muy pocos intérpretes, de forma destacada Rosalyn Tureck al piano, usan el tempo moderato.Sigue a continuación una sección en la que las dos manos tocan en movimiento contrario creando una curva melódica marcada en semicorcheas (compases 9-12).Esta variacíón consiste en un quodlibet basado en varias canciones alemanas,[22] dos de las cuales son "He estado tanto tiempo alejado de ti, acércate, acércate" (Ich bin solang nicht bei dir g'west, ruck her, ruck her) y "Los repollos y los nabos me han hecho irme lejos, si mi madre hubiera cocinado carne, me hubiera quedado" (Kraut und Rüben haben mich vertrieben, hätt mein' Mutter Fleisch gekocht, wär ich länger blieben).Este tema Kraut und Rüben, bajo el título de La Capricciosa, había sido utilizado anteriormente por Dietrich Buxtehude para su partita n.º 32 en Sol mayor, BuxWV 250.[22] Christoph Wolff defiende en su libro Bach's Musical Universe que el quodlibet esconde un homenaje implícito a Girolamo Frescobaldi y Dietrich Buxtehude.La melodía del aria ha sido creada para destacar sobre el efecto de las cinco variaciones anteriores, como pensada para aparecer nostálgica, sometida, resignada, tal vez triste, escuchada en su repetición como señalando que la obra llega a su fin: las mismas notas, pero ahora por última vez."
La línea de bajo en las
Variaciones Goldberg
Los primeros ocho compases del aria de las
Variaciones Goldberg
.
Los primeros ocho compases de la cuarta variación.
Los primeros cuatro compases de la quinta variación.
Los primeros cuatro compases de la séptima variación.
Primera sección de la décima variación.
Los dos compases finales de la primera sección de la variación 13.
Primeros dos compases de la variación 20.
Los tres primeros compases de la variación 21.
Los primeros cuatro compases de la variación 23.
Los últimos cuatro compases de la primera sección de la variación 28.
El
quodlibet
tal y como aparece en la primera edición
En este retrato pintado por Haussmann, Bach sostiene el manuscrito del canon BWV 1076, que resulta ser igual que el decimotercer canon en el ciclo de las Variaciones Goldberg.