[2] En el caso en que Sweelinck hubiera efectivamente estudiado en Haarlem, probablemente hubiera sido influido en cierto punto por los organistas de St.-Bavokerk, Claas Albrechtszoon van Wieringen y Floris van Adrichem, los cuales improvisaban cotidianamente en la Bavokerk.
Su salario de cien florines se duplicó al año siguiente, probablemente como una ayuda.
[2] También se le ofreció elegir entre 100 florines suplementarios o el alojamiento gratuito en una casa municipal.
Probablemente pasó toda su vida en Ámsterdam, visitando de vez en cuando otras ciudades, en relación con su actividad profesional, inspeccionando órganos, emitiendo opiniones y aportando consejos en la construcción y reparación de órganos.
Así mismo visitó Delft, Dordrecht (1614), Enkhuizen, Haarlem (1594), Harderwijk (1608), Middleburg (1603), Nimega (1605), Róterdam (1610), Rhenen (1616) y su ciudad natal Deventer (1595, 1616).
No tocaba el carrillón o el clave como era costumbre, tampoco se le pedía que compusiera obras.
[8] Su empleo le permitía dedicar tiempo a la enseñanza, labor por la cual se volvió tan famoso como por sus composiciones.
[10] Sus alumnos neerlandeses fueron sin duda numerosos, pero ninguno de ellos llegó a ser un notable compositor.
La influencia de Sweelinck se difundió en países tan lejanos como Suecia e Inglaterra, llevada al primero por Andreas Düben y al segundo por compositores ingleses como Peter Philips, que probablemente haya encontrado a Sweelinck en 1593.
Sweelinck, y en general los compositores ¨holandeses, tenían vínculos evidentes con la escuela inglesa de composición.
Sin embargo, también fue un competente compositor para formaciones vocales, con más de 250 obras en su haber (canciones, madrigales, motetes y psalmos).
También habría sido el primero en usar la pedalera del órgano para asignarle una voz de la fuga.