Aida

Verdi originalmente eligió no escribir una obertura para la ópera, sino meramente un breve preludio orquestal.

Luego compuso una obertura de la variedad popurrí para reemplazar al preludio original.

Sin embargo, al final decidió que no se interpretara la obertura debido a su -en sus propias palabras- "insipidez pretenciosa".

[9]​ Aunque Verdi no acudió al estreno en El Cairo, estuvo muy insatisfecho con el hecho de que la audiencia estuviera formada por dignatarios, políticos y críticos, pero no miembros del público en general.

La Amneris de Milán, Maria Waldmann, fue su favorita en el papel y le pidió que lo repitiera varias veces.

El éxito de esta nueva ópera cimentó aún más su fama internacional.

Entonces aparece Aida y, cuando Radamés la ve, Amneris se da cuenta de que él parece perturbado.

Ella sospecha que Aida puede ser su rival, pero es capaz de esconder sus celos y se acerca a ella (Amneris, Aida, Radames: Vieni, o diletta, appressati / "Ven, querida mía, acércate").

Un mensajero anuncia que los etíopes, liderados por el rey Amonasro, marchan hacia Tebas.

La escena finaliza con Aida sola en el salón, cantando Ritorna vincitor / "Regresa vencedor", en la que se siente dividida entre su amor como hija, la lealtad a su país y el amor por Radamés, haciendo suyas las palabras con que los egipcios saludan a Radamés, recién nombrado general del ejército, deseándole la victoria.

Escena 1: Sala privada de Amneris Se desarrollan danzas y música para celebrar la victoria de Radamés (Coro, Amneris: Chi mai fra gli inni e i plausi / "Nuestras canciones alaban su gloria"').

Sin embargo, Amneris aún duda sobre el amor de Radamés y se pregunta si Aida está enamorada del joven guerrero.

Cuando Aida entra en la cámara, Amneris pide que todo el mundo se marche.

Se produce el enfrentamiento entre Aida y Amneris: la princesa egipcia interroga con astucia a la esclava que, involuntariamente, descubre su amor por Radamés.

(Amneris, Aida: Fu la sorte dell' armi a' tuoi funesta / "El resultado de la batalla fue cruel para tu pueblo...").

Esta confesión encoleriza a Amneris, quien se revela como su rival y planea vengarse de Aida.

Aida, Amonasro y los etíopes capturados ruegan al rey egipcio que se apiade de ellos, pero los egipcios piden su muerte (Aida, Amneris, Radamés, el rey, Amonasro, coro: Che veggo!

Como recompensa por parte del rey, Radamés le ruega que no mate a los prisioneros y los libere.

Aida y Amonasro permanecen como rehenes para asegurar que los etíopes no se vengarán de su derrota.

Entrada del templo de Isis junto al Nilo Se dicen oraciones (Coro, Ramfis, Amneris: O tu che sei d'Osiride / "Oh tú que perteneces a Osiris...") en la víspera del matrimonio entre Amneris y Radamés en el Templo de Isis.

Cuando él llega, Amonasro se esconde detrás de una roca y escucha su conversación.

Para que sea más fácil escapar, Radamés propone que usen una ruta segura sin ningún temor a ser descubiertos y también revela el lugar donde su ejército ha decidido atacar.

Él se siente aliviado al saber que Aida aún está viva y confía en que ella haya llegado a su propio país (Amneris, Radamés: Gia i Sacerdoti adunasi / "Ya los sacerdotes se están reuniendo").

Radamés ha sido llevado al subterráneo del templo y sellado en una oscura bóveda, está enterrado vivo.

Aceptan su terrible destino, unen sus voces en el célebre «O terra, addio» (Radamés: Morir!

[27]​ Por encima de la bóveda en el templo de Ptah, Amneris, impotente y profundamente dolorida, implora a Isis para que su adorado Radamés pueda descansar en paz, ignorando que en su tumba Aida lo acompañará eternamente.

Las más famosas Aídas fueron la yugoslava Zinka Milanov, Renata Tebaldi, la turca Leyla Gencer y Maria Callas hasta la llegada de Leontyne Price, la soprano afroamericana que se hizo célebre con este papel y otros de Verdi.

Entre las mezzosopranos que cantaron Amneris se destacaron Giulietta Simionato, Ebe Stignani, Fiorenza Cossotto, Shirley Verrett, Ana María Iriarte, Grace Bumbry, Dolora Zajick y las rusas Irina Arjípova, Yelena Obraztsova, Olga Borodina y la mezzosoprano mexicana Oralia Domínguez.

Los más importantes Radamés han sido Carlo Bergonzi, Luciano Pavarotti, Giovanni Martinelli, Enrico Caruso, Pedro Lavirgen, Franco Corelli, Mario del Mónaco, y Plácido Domingo.

La «Marcha triunfal» (la parte más reconocible de la ópera, que es parte del segundo acto) es una de las obras musicales más utilizadas por las «aficiones» —en fútbol y otros deportes— para corear a sus equipos.

Esbozo por Auguste Mariette para el estreno.
Verdi dirigiendo la orquesta en una representación de Aida en 1880
Giuseppe Verdi.
La "escena triunfal" de la producción de Opera Pacific de Aida en 2006, protagonizada por Angela Brown como Aida, Donnie Ray Albert como Amonasro, Andrew Gangestad como Ramfis, Carl Tanner como Radamés, Milena Kitić como Amneris y Stefan Szkafarowsky como Rey de Egipto.
La representación de la Ópera de Israel interpretando Aida a los pies de Masada , 11 de junio de 2011.