Ebe Stignani

Se retiró en 1958 para dar paso a la generación de Giulietta Simionato y Fedora Barbieri.

Sin embargo existe evidencia que el año anterior ya se estaba presentando en papeles de menor compromiso.

En 1955 cantó en Chicago un Il Trovatore que la reunió con Jussi Björling, Maria Callas y Ettore Bastianini.

En el centro, su timbre claro le valió más de alguna crítica adversa y la cantante se esmeraba por disfrazar este defecto modificando las vocales, acercándolas hacia la "a".

Su físico, poco agraciado, la hizo siempre inadecuada para papeles como Carmen o Dalila, si bien los abordó con relativa asiduidad.