Reemplazó al teatro ducal que se encontraba en el interior del Palazzo di Riserva.
La primera temporada prosiguió con las óperas de Gioachino Rossini Mosè e Faraone, Semiramide y El barbero de Sevilla.
El Regio de Parma, cuna del melodrama italiano, está considerado como el más importante de los teatros italianos llamados «di tradizione» y su público está reconocido como entre los más competentes, pero también entre los más pasionales y más exigentes.
Para tener la seguridad de adquirir un abono los melómanos parmesanos, desafiando el frío y las inclemencias, esperan todos los años el inicio de la venta, permaneciendo de manera ininterrumpida día y noche durante casi una semana delante de las taquillas del Regio, bajo el pórtico sostenido por los diez pujantes columnas jónicas de la fachada.
Su nombre está estrechamente ligado a los de Giuseppe Verdi (un festival dedicado al compositor se celebra todos los años) y el director Arturo Toscanini, nacido en Parma.