La actividad lírica en la ciudad data desde el siglo XVII.
La casa actual de 1763 fue diseñada por Antonio Galli da Bibbiena e inaugurado con Il trionfo di Clelia que Gluck compuso para esa ocasión.
Destacó en el siglo XIX por presentar Rossini, Bellini, Verdi y por el estreno italiano de Lohengrin y Rienzi de Wagner.
Arturo Toscanini dirigió allí hasta la Segunda Guerra Mundial.
La sala en forma de herradura tiene capacidad para 1084 espectadores.