Piero Cappuccilli

Su padre, oficial de la marina, le inculcó su amor por el mar.

Con los años, Cappuccilli se especializaría en el repertorio verdiano.

En 1969 actúa por primera vez en Estados Unidos, en I Puritani de Vincenzo Bellini; ese mismo año debuta en el Teatro Colón de Buenos Aires con El trovador y La Traviata.

En 1989 se le vio por última vez en el teatro milanés en el papel de Scarpia, de la pucciniana Tosca, rol que Cappuccilli interpretó sólo en los últimos años de su carrera.

Su carrera se vio interrumpida en 1992, cuando, luego de una representación de Nabucco, sufrió un grave accidente automovilístico que aceleró su retiro; luego del cual se dedicaría a la docencia.