Allí ayudó a hacer la primera copia original de El anillo del nibelungo.
Muy imbuido del espíritu wagneriano, es natural que participara en el primer Festival de Bayreuth en 1876.
En 1883 Seidl fue con Neumann a Bremen, pero dos años más tarde fue designado para suceder a Leopold Damrosch como director de la Compañía Alemana de Ópera en Nueva York, y en el mismo año se casó con Auguste Kraus, la distinguida cantante.
Fue nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Nueva York en 1891, cargo que ostentó hasta su muerte en 1898.
Esta orquesta, bajo su batuta, estrenó la obra más célebre de Antonín Dvořák: la Sinfonía n.º 9 en mi menor, Op.