El caballero de la rosa

El caballero de la rosa (título original en alemán, Der Rosenkavalier, Op.

La historia transcurre en Viena, en el siglo XVIII, en los primeros años del reinado de la emperatriz María Teresa I. Amanece mientras la Mariscala y su joven amante, Octavian, intercambian palabras de amor tras haber pasado una noche juntos.

Sale de su escondite cuando Mohamed se retira y la pareja sigue con su diálogo mientras toman el desayuno.

Ochs se justifica ante la Mariscala diciendo que aun estando casado seguiría persiguiendo a campesinas y criadas.

Un tenor italiano ofrece un aria sentimental, mientras el barón discute con un notario sobre la dote de Sophie.

Todos se marchan y la Mariscala, en su soledad, piensa en el futuro de la prometida, entregada a un ser tan desagradable como su primo, y recuerda cómo fue obligada en su juventud a casarse con un hombre mayor al que no amaba.

Octavian dice al barón que Sophie jamás se casará con él y le reta a duelo.

El barón se muestra inexperto con la espada y Octavian le hiere levemente.

El barón, a quien los criados han dejado solo, se recupera del susto bebiendo vino.

Annina entra con una carta de Mariandel en la que le pide una cita con ella, y Ochs vislumbra una conquista amorosa.

Instigados por Octavian, Annina y Valzacchi preparan la trampa que le han tendido al barón.

Luego, Annina disfrazada de viuda, aparece con varios niños gritando que Ochs es su padre.

Llega la policía, y Ochs en su defensa presenta a Mariandel como su prometida llamándola Sophie von Faninal, pero en ese momento aparece Faninal, quien llama a su hija para que refute la absurda pretensión del barón.

En este fragmento se expone por primera vez el tema que va a servir para describir los sentimientos de la Mariscala.

Un párrafo aparte merece el uso del vals como forma musical presente en muchos momentos de la partitura.

Uno de los fragmentos más célebres de esta ópera es el vals que está a cargo del barón en el segundo acto, “Ohne mich, ohne mich jeder tag dir so bang”.

El Acto III culmina con el trío entre la Mariscala, Octavian y Sophie, “Hab` mir`s gelobt”, una de las páginas más bellas de la producción operística de Strauss, en el que la Mariscala renuncia a su amor por Octavian, dando por cumplido aquello que había anunciado al final del primer acto.

El compositor muestra su habilidad para combinar tres voces femeninas de timbre parecido sin que esto resulte monótono y confuso.

Las voces entran en forma sucesiva, introduciendo variantes que crean una estructura cada vez más compleja.

Richard Strauss.
Martha Fuchs como Octavian.
Robert Sterl: Ernst Edler von Schuch dirige El caballero de la rosa (Escena del Primer Acto, Ochs/Notario) (1912)
Richard Mayr como el Barón Ochs.