Muy pronto dio muestras de su gran talento para la música e inició sus estudios en Zagreb.
En brillante carrera (que sólo sufrió una efímera interrupción durante la Segunda Guerra Mundial) fue decisiva también la protección de otro gran director, Fritz Busch, con el que colaboró frecuentemente en los escenarios británicos.
Ferenc Fricsay y Herbert von Karajan fueron otros directores para los que cantó frecuentemente y con los que grabó numerosos discos.
Sena Jurinac tuvo una gran carrera internacional y cantó regularmente en los más importantes festivales de Europa, como los de Salzburgo, Glyndebourne o Edimburgo.
Se retiró de los escenarios operísticos en 1983 como La Mariscala de El caballero de la rosa, pero continuó su actividad pública dando recitales y clases de canto y esporádicas apariciones (como la recordada Bruja de Hansel y Gretel en una película dirigida por Solti) Fue una de las cantantes más prestigiosas de su generación y junto a otras importantes voces (las sopranos Lisa della Casa, Irmgard Seefried, Elisabeth Schwarzkopf, Elisabeth Grümmer, la mezzo Christa Ludwig, el tenor Anton Dermota o el barítono Erich Kunz) forma parte del prodigioso grupo de intérpretes que coincidió en Viena a mediados del siglo XX.