Don Carlos (título original en francés, Don Carlos; en italiano, Don Carlo) es un grand opéra en cinco actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en francés de François Joseph Méry y Camille du Locle, basado en el drama Dom Karlos, Infant von Spanien de Schiller.
Verdi entonces autorizó más cortes, de la siguiente manera:[4] La ópera, tal como se publicó al tiempo del estreno, estaba formada por la concepción original de Verdi, menos todos los cortes anteriormente señalados, pero incluyendo el ballet.
En el estreno, tanto la opinión popular como la crítica más especializada, se ensañaron con Verdi y con la aparente irreverencia de la obra en tanto que no respetaba a priori los cánones que toda obra con aspiraciones a ser estrenada en París debía cumplir, a saber: presentar una irrenunciable estructura en cinco partes; no contener ningún diálogo prosaico, o que es lo mismo, estar totalmente cantada y, por supuesto, contener un ballet en el tercer acto; en ese y solo en ese.
Ya estaba familiarizado con la obra de Charles-Louis-Etienne Nuitter, quien había trabajado sobre traducciones francesas de Macbeth, La forza del destino y Aida con du Locle, y los tres procedieron a pasar nueve meses en revisiones importantes del texto en francés y la música para reducir la obra a cuatro actos.
Esta versión fue publicada por Ricordi como "una nueva edición en cinco actos sin ballet".
Un cañonazo significa que la paz se ha declarado entre España y Francia, y Thibault informa a Isabel que su mano va a ser reclamada no por Don Carlos, sino por su padre, el rey Felipe II.
Lerma y sus seguidores confirman esto, e Isabel se siente obligada a aceptar, para consolidar la paz.
Su nieto Don Carlos entra, angustiado porque la mujer a la que ama está casada con su padre.
Los dos hombres juran una amistad eterna (Dúo: "Dieu, tu semas dans nos âmes" / "Dio, che nell'alma infondere").
Escena 2: Un jardín cerca de Saint-Just La princesa de Éboli canta la "canción del velo" ("Au palais des fées" / "Nel giardin del bello") sobre un rey marroquí y una belleza con velo que resulta ser su esposa a la que no hace caso.
A petición suya (Aria: "L'Infant Carlos, notre espérance" / "Carlo ch'è sol il nostro amore"), Isabel se muestra de acuerdo en ver al Infante a solas.
Entra el rey y se enfada porque la reina está sola, sin gente que la atienda.
El rey se acerca a Posa, cuyo carácter y activismo lo han impresionado favorablemente.
Cuando entra Posa, ella amenaza con decir al rey que Isabel y Carlos son amantes.
Carlos impide a Posa apuñalarla, y ella sale con un furor vengativo.
Le sigue la procesión real, y el rey se dirige al pueblo, pero Don Carlos trae a primer plano a seis diputados flamencos, quienes le piden al rey la libertad de su país.
El rey pide ayuda, pero los guardias no atacan a Carlos.
Posa se mete en medio y persuade a Carlos para que entregue su espada.
El rey se da cuenta de que ha juzgado mal a su esposa.
Posa resuelve salvar a Carlos, aunque ello signifique su propia muerte.
Éboli siente remordimientos por traicionar a Isabel; esta última, recuperándose, expresa su desesperación.
Isabel le dice que debe irse al exilio o entrar en un convento, y sale.
Al morir, Posa le dice a Carlos que Isabel lo encontrará en Saint-Just al día siguiente, y le dice que está feliz de morir si su amigo puede salvar Flandes y gobernar sobre una España más feliz (Aria, parte 2: "Ah, je meurs, l'âme joyeuse" / "Io morrò, ma lieto in core").
Carlos aparece y tienen una despedida final, prometiendo encontrarse de nuevo en el Cielo (Dúo: "Au revoir dans un monde où la vie est meilleure" / "Ma lassù ci vedremo in un mondo migliore").
Existen numerosas grabaciones de esta ópera, tanto en italiano como en francés, la versión original y también la revisada.