[2] Aún en las primeras décadas del siglo XX Arnold Schönberg llevó a cabo interesantes reducciones que se cuentan entre las pocas que se mantienen como repertorio concertístico.
Por tanto, la reducción siempre acaba multiplicando las posibilidades de hacer sonar la obra y aumenta al menos potencialmente, su difusión.
Una reducción orquestal es una partitura de una obra originalmente escrita para orquesta sinfónica completa (como una sinfonía, una obertura o una ópera), adaptada para un solo instrumento (normalmente piano u órgano), una orquesta más pequeña o un conjunto de cámara con o sin teclado (por ejemplo, un cuarteto de cuerda).
Una reducción para una orquesta más pequeña o un conjunto de cámara puede utilizarse cuando no se dispone de suficientes músicos, cuando un local es demasiado pequeño para albergar a la orquesta completa, para acompañar a voces menos potentes o para ahorrar dinero contratando a menos músicos.
[2][4] Seguidamente se pueden observar unos ejemplos de reducciones para piano realizadas por compositores como Carl Czerny o Franz Liszt del "Lacrimosa" perteneciente al Requiem de Wolfgang Amadeus Mozart.