Germaine Lubin

En 1940 reabre la Opera parisina - en la ciudad ocupada por los alemanes - cantando Alceste, la Mariscala, Fidelio e Isolda y en 1942 canta en un concierto en el Musee de l'Orangerie para una exposición del escultor Arno Breker.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Lubin cantó en el Festival de Bayreuth (debut en 1938 como Kundry) donde Hitler, visitante frecuente, la halagó como la mejor Isolda que había escuchado y en el París ocupado por las fuerzas alemanas donde cantó dirigida por Herbert von Karajan.

En 1938 cantó dirigida por Victor de Sabata y Franz von Hoesslin.

Finalmente rehabilitada en 1950 volvió a cantar en recitales pero cuando su hijo se suicidó en 1953 no retornó al escenario.

Se dedicó a la enseñanza en el conservatorio parisino, entre sus discípulos se contó Régine Crespin quien la sucedió en algunos de sus roles, Udo Reinemann, Suzanne Sarroca y Joyceline Taillon.

Con el director Herbert von Karajan en 1941 en la Opera de París.