Hilde Gueden

En 1941, el famoso director Clemens Krauss la contrató para actuar en la Ópera Estatal de Baviera, en la que cantó con mucho éxito.

Sin embargo, tenía cierta ascendencia judía, y se vio forzada a dejar Alemania con la llegada del Nazismo.

En 1953 interpretó a Ann Trulove en la primera representación en los Estados Unidos de la ópera de Igor Stravinsky El progreso del libertino, llevada a cabo en el Metropolitan Opera.

Gueden recibió también positivas críticas por sus interpretaciones de Violetta en La Traviata, Marguerite en Fausto, y Micaela en Carmen.

En el repertorio del bel canto fue famosa su Gilda en Rigoletto, así como su Adina en El elixir de amor.