Figura en la Dona Janaína una personalidad aparte, seductora, sirena de los mares noroccidentales, con cultos populares simbólicos y accesibles que muchas veces no expresan necesariamente una liturgia.[36] Las guerras entre naciones yorubas llevaron los Egba a emigrar en la dirección oeste, para Abeokuta, en el inicio del siglo XIX.No obstante, es muy frecuente referencias a la naturaleza benéfica de Yemayá, L. Cabrera así defiende: "Sin deformar esa definición encantadora y irrefutable, podemos imaginar Yemayá emanada de Olokun, con su poder y sus riquezas, pero sin las características tremebundas que lo asocian más a la muerte del que a la vida, como su manifestación femenina —Yemayá es muy maternal— y benéfica".[49][50] L. Cabrera registra: "Orunmilá tuvo que asistir a una reunión de dieciséis awós, convocada por Olofi.[50] Posteriormente, Yemayá fue casada con Olofin Oduduwa creador del mundo y rey de Ifé, con la cual tuvo diez hijos.En vez de dejarse capturar, quebró la vasija con el preparado conforme las indicaciones que había recibido.P. Verger, al discutir los aspectos políticos del culto de los orishás en la sociedad yoruba, relata: "El lugar ocupado en la organización social por el Orishá puede ser muy diferente se trata de una ciudad donde se yergue un palacio real, àáfin, ocupado por un rey, aládé, teniendo derecho a usar una corona, adé, con franjas de perlas, ocultándole la faz o donde existe un palacio, ilê Olójá, la casa del señor del mercado de una ciudad cuyo jefe es un balé que sólo tiene derecho a una corona más modesta llamada àkòró."Tales temas negativos raramente son expresados en público, pero ellos representan, sin embargo, un repertorio de interpretaciones potenciales que, bajo ciertas condiciones, puede ser invocado para movilizar la oposición contra el estatus quo.El fruto del segundo parto de Yemayá era una niña, apodada "Gelede" porque ella era obesa como su madre.[50] Pasado algún tiempo, Yemayá volvió a vender sus bollos, olelé y ekrú en el mercado al cual estaba habituada.[69][70] Babalú Ayé perdonaría la madre biológica más tarde, pero sin jamás abandonar Yemayá que lo creó.El culto regular tiende a ser más elaborado que el primero, ocurriendo cada cinco días, incluye la visita al templo por parte de una comunidad de devotos, con postre al santuario, ofrendas, sacrificios y otros ritos litúrgicos.Según R. Ogunleye, "En este punto, el alta sacerdotisa (Iyaji) va a asumir, llevándolos en oración ritual para diosa.El culto especial u ocasional puede ocurrir por los más diversos motivos, inclusive por solicitud de Yemayá para una persona específica o familia.El punto culminante del culto al orishá ocurre con sus iaôs o eleguns mediante la posesión, donde "Yemanjá se manifiesta en su adoxu o Olorishá (hayamos genéricos para todos los iniciados capaces de experimentar el trance de la posesión).R. Prandi y M. Zenicola identifican que los movimientos no entendidos por Verger sean referencia a su dominio sobre el Ori en Brasil.En las fiestas públicas observadas, los hijos de santo que incorporan Yemanjá bailaban con mucha levedad, tranquila y sutileza".M. Zenicola relata otros movimientos curiosos: "Otro movimiento es extender las manos en posición que acuerda estar implorando, o mejor, mendigando por caridad y amor", y prosiguiendo en su análisis afirma: "En la baila de Yemayá no existen movimientos grandes, ampliados o aún en alta velocidad, posiblemente como reflejo de las características del orishá; los gestual de las manos acuerda caricias en el agua, elemento del cual forma parte, empujándola para tras del cuerpo.Sea en Sierra Leona, Congo, Togo, en Igbo en Nigeria, [cómo] Lasiren en Haití, Santa Marta Dominadora en la República Dominicana (...)los espíritus (divindades, energías, fuerzas cósmicas) comparten algunas semejanzas notables".Vallado, "calidad" es el término que designa las múltiples invocaciones o avatares de un mismo orishá.También puede ocurrir en referencia a una determinada localidad o el segmento de un mismo orishá pero con pequeña diferenciación, lo que individualiza ese cómo siendo una calidad.Achabá), Iyásabáé, Ayabá o simplemente Sabá es de más vieja que fue casada con Orunmilá y lo desafió, su palabra siempre es acatada por Ifá.En África, Yemayá es señora de trazos negros con formas bien evidenciadas y senos muy voluminosos, por veces representada embarazada.Omari-Tunkara es primorosa en su descripción: "Sus imágenes contemporáneas son esculturas en madera pintada la esmalte que generalmente retratan una mujer con senos muy grandes amamantando uno o más hijos y, muchas veces cercada por otros niños.Ella es una mujer tranquila, con gran vientre túrgido, senos inmensos, pies bien plantados en el suelo, poniendo las manos sobre niños".De otra parte, también el geometrismo traídos por los esclavos - las formas abstractas conectadas directa o indirectamente a los cultos religiosos - permanece vivo en la creación plástica brasileña."Sin embargo, probablemente para no parecer racista, no confronta Maria directamente con Yemayá, pero interpone una tercera diosa, Ísis, la gran madre de Egipto antiguo, distante de la realidad aquí tratada y, por lo tanto, figura neutra para el debate actual".Santos, y añaden, "En esta concepción, Yemayá es el mar, Oxum los ríos, Ianza los vientos (...)", aquí hacen alusión a una nueva concepción brasileña del orishá como divinad panteísta y no de culto ancestral, lo que justificaría la pérdida de sus trazos étnicos.Valle destaque la película Barravento (1962), dirigido por Glauber Rocha, con su retractación crítica al misticismo religioso popular.En la misma fecha, Yemayá también es adorada en diversas otras playas brasileñas, donde le son ofertadas velas y flores, lanzadas al mar en pequeños barcos artesanales.
Ori Olokun
(Cabeza de Olokun): este
bronce
del siglo
XII
presenta aspectos masculinos del Orishá.
Museo Británico
.
Elegun manifestada en Yemayá durante un festival en
Nigeria
.
Detalle de la escultura
Yemayá
de
Carybé
, donde es posible notar orishás representados dentro de su vientre, como
Changó
con su oxê y
Oggun
con su
espada
. Museo Afro-Brasileño,
Salvador
,
Bahía
.
Ilé Orí (casa de Orí), que contiene el Ìbọ Orí, asentamiento de la cabeza, representación dentro del
culto tradicional
en
Nigeria
. En
Brasil
, un recipiente de vajilla que se usa como fundamento para hacer borí es llamado de igbá orí (cabaça de orí).
Ritual para Ori al lado de una estatua de Yemayá en el
candomblé
, Ile Ase Ijino Ilu Orossi,
Bahía
,
Brasil
.
Altar de
Yemayá
en templo en Trinidad (
Cuba
), con insignias del
sol
y de la
luna
.