Síndrome nefrótico

Los daños causados en el paciente serán más o menos graves, pudiendo surgir complicaciones en otros órganos y sistemas.

También conocido como necrosis aséptica), permite que proteínas como la albúmina, la antitrombina o las inmunoglobulinas lo atraviesen y aparezcan en la orina.

Las glomerulonefrosis primarias se clasifican según su criterio histológico:[5]​ Las glomerulonefritis secundarias mantienen el mismo patrón histológico que las causas primarias aunque guardan características que las diferencian:[2]​ Las principales manifestaciones del síndrome nefrótico son:[9]​ En asociación a una completa historia clínica, se efectúan una serie de pruebas bioquímicas para llegar a un correcto diagnóstico que verifique la presencia de la enfermedad.

[16]​ Solo está indicada la biopsia en edad infantil en los pacientes corticoresistentes que, en su mayor parte, padecen glomeruloesclerosis focal y segmentaria.

Es por esto que, para poder llegar al diagnóstico definitivo, deben excluirse otras patologías causantes de su génesis.

Su objetivo es tratar los desequilibrios derivados de la enfermedad:[25]​ el edema, la hipoalbuminemia, la hiperlipemia, la hipercoagulabilidad y las complicaciones infecciosas.

[39]​ Sin tratamiento, el síndrome nefrótico tiene muy mal pronóstico, especialmente la glomerulonefritis rápidamente progresiva, que conduce a una insuficiencia renal aguda en un período de pocos meses.

Dibujo de un glomérulo renal
Imagen histológica de un glomérulo renal normal. Véase el glomérulo en posición central rodeado de túbulos renales.
Glomerulonefritis diabética en un paciente con síndrome nefrótico
El síndrome nefrótico se suele acompañar de retención de agua y sodio , cuyo grado puede oscilar desde ligero edema en párpados que disminuye a lo largo del día o en miembros inferiores que se vuelve generalizado hasta la anasarca . [ 8 ]
El análisis de orina revela proteínas de 3 o 4 cruces y ocasionalmente hematuria microscópica.