La restitución del tejido conectivo se efectúa mediante el crecimiento de fibroblastos jóvenes; entonces el espacio dejado por la herida se «tapa» con tejido fibrilar (con características similares al que forma los músculos), de ahí que la cicatriz tenga una textura distinta a la piel.
Remodelación: comienza aproximadamente al mes y se prolonga a un año o más, en la que se produce la reabsorción del colágeno, limitándose a mantener solo las fibras que se encuentran en relación con la línea de la herida.
Las cicatrices pueden formarse por muchas razones diferentes: pueden ser resultado de infecciones, cirugía, lesiones o inflamación del tejido.
[3] El procedimiento dermatológico específico para reducir una cicatriz será determinado por un médico basándose en lo siguiente: Las cicatrices suelen desaparecer con el tiempo.
Existen determinadas técnicas dermatológicas que ayudan a hacer menos visibles las cicatrices.