La enfermedad de cambios mínimos (ECM) es un trastorno del riñón frecuente en niños (incidencia pico entre los 2-6 años de edad) caracterizado por afectación de la permeabilidad vascular, disminución de la presión osmótica del plasma sanguíneo y fuga de líquido al espacio intersticial.
La ECM es la causa más frecuente del síndrome nefrótico en la población pediátrica y en ocasiones puede aparecer en adultos.
[1] La causa de una enfermedad de cambios mínimos o nefrosis lipoide se desconoce, pero la enfermedad suele estar precedida de infección viral, reacciones alérgicas o inmunizaciones recientes.
[2] Se caracteriza por lesiones en las células del epitelio glomerular que permite la fenomenal pérdida de proteínas clásica de la enfermedad.
La respuesta hormonal consecuente del riñón produce un hiperaldosteronismo secundario y por parte del hígado se produce un estado de hipercoagulabilidad con trastornos trombóticos que depende de la pérdida de factores fibrinolíticos.