Roncesvalles

En cualquier caso, el mantenimiento del complejo histórico-artístico excede los recursos municipales y exige la aportación económica de instancias oficiales.

[9]​ La misma calzada romana sirvió como camino de entrada para los celtas (en época prerromana), los vándalos (409), los visigodos (siglo V-VI) que se establecieron inicialmente en la península.

[10]​ Pero el episodio más popular asociado con el lugar llegaría con los francos de Carlomagno durante el siglo VIII.

Por la vertiente sur del Pirineo Abd al-Rahman I trata de asegurar la frontera.

[12]​ Como afirma el historiador J. M. Lacarra «las secuencias más importantes de la batalla de Roncesvalles habían sido: apertura del Pirineo oriental a los avances carolingios y afirmación de la autoridad del emir en el sector occidental.» Pamplona, que conserva «un interés primordial para quien desee conservar expedito el paso del Pirineo y el dominio político de la región», trasciende sus muros y asume su papel capital en la vertebración del nuevo espacio.

Su estratégico emplazamiento hace necesario «contar con la aquiescencia de la población rural de la Cuenca y la que domina los pasos o accesos, tanto por el norte — Roncesvalles— como por el sur o el oeste.» En esta coyuntura la presión musulmana por el sur obliga «a centrar las defensas en los pasos más accesibles o frecuentes, y allí surgiría el grupo humano aparejado para la defensa.» Entre estos grupos humanos que habitan este territorio «que ha de constituirse el reino» las fuentes árabes citan varias familias, entre las que destacarán los Íñigos.

Los más violentos conllevaron devastadores desastres que diezmaron su patrimonio, como el incendio ocurrido en 1724[19]​ y como consecuencia de la guerra contra la Convención[20]​[21]​ que obligó al abandono del lugar durante cuatro años durante los cuales el cabildo se desplazó a Villava, primero, y Corella, después.

El hospital que existe actualmente fue diseñado en 1792 por el arquitecto José Poudez, levantándose entre 1802 y 1807 con los criterios de la arquitectura neoclásica.

Consiste en un gran bloque horizontal con tres plantas hacia el patio y cuatro hacia el este, apenas marcado por ventanales cuadrangulares, y al que se accede por un portal con arco de medio punto enmarcado por pilastras, friso y frontón triangular.También conocida como Silo de Carlomagno por suponerse que su origen se debe al enterramiento de combatientes francos caídos en el 778, lo que no es inverosímil.

Se remonta al siglo XII, por lo que está considerada la edificación más antigua de Roncesvalles.

El Sancti Spiritus hay que considerarlo templo funerario, pero no fue lugar de enterramiento perpetuo en el medievo.

Pequeña iglesia gótica del siglo XIII, situada junto al Silo de Carlomagno.

Quedó sin culto durante un largo periodo hasta que fue restaurada por Florencio Ansoleaga en el siglo XX, quien abrió un pequeño óculo sobre la puerta.

Aunque se afirma que la campana colocada en su espadaña es la mítica y legendaria que orientaba a los peregrinos durante la noche o las nieblas, perteneciente a la capilla de San Salvador en el Collado de Ibañeta, no es cierto.

El templo actual se construyó gracias a Sancho el Fuerte (1194-1234), quien lo eligió como lugar de enterramiento.

La Colegiata sufrió importantes desperfectos, ocasionados principalmente por varios incendios ocurridos en 1445, 1468 y 1626.

Se enmascaró el interior gótico y se le dio forma barroca salvo en el presbiterio y el tramo de nave que le precede, donde quedaron a la vista los elementos góticos.

La bóveda se apoya en cuatro ménsulas de gran tamaño que representan unos ángeles.

Situada en el Puerto de Ibañeta, en la actualidad es un edificio construido de nueva planta construida en 1964 en el mismo lugar donde hubo desde el siglo XI un ermita bajo la misma advocación junto con un hospital y un albergue para peregrinos.

Domenico Laffi había escrito que la capilla funeraria estaba muy cerca del hospital de peregrinos.

Consta de nave única de seis tramos, cuya techumbre sostienen cinco arcos apuntados que descansan sobre los muros, que a su vez se apoyan en diez contrafuertes, cinco por cada lado.

Tiene dos accesos, uno mayor, ancho como para el paso de carros, vuelto de espaldas a Roncesvalles, alzado casi un metro sobre el suelo, desnivel que no existiría hasta tanto no fue edificada la casa casi adosada.

Pero no parece que fuese así, porque por algunas fotografías de antaño puede comprobarse cómo la estructura medieval había sido alterada, adaptada a los requerimientos del caserío rural en que se había convertido, con amplios ventanales, puertas para distintos cometidos y dependencias adyacentes.

Hay volúmenes en distintas lenguas: hebreo, griego, latín, vascuence e incluso chino.

Figuran también los relicarios y especialmente el denominado «Ajedrez de Carlomagno», llamado así por su disposición en damero.

Puerta de San Juan, en Roncesvalles.
Cadenas ubicadas en la colegiata de Roncesvalles que sirvieron de inspiración para formar el escudo de Navarra.
Sancho «el Fuerte» (rey de Navarra) en la Batalla de las Navas de Tolosa en una vidriera en Roncesvalles.
Ajedrez de Carlomagno.