[3][4] Cuando regresó a Navarra, Carlos III le nombró merino de Sangüesa.
Sobre su origen social, familia y linaje antes que él no hay muchas noticias.
Aunque Yanguas y Miranda lo afirma, ninguna otra fuente documental lo corrobora, salvo un memorial familiar del siglo XVII de Jerónimo de Ayanz y Javier.
[12] Mientras que las Grandes Crónicas afirman, por el contrario, que no se hizo ningún daño a ninguno de sus guardianes y no mencionan la ayuda del preboste de los comerciantes.
[7] En 1363 es nombrado ujier de armas en agradecimiento a los servicios prestados al rey.
[15]Empotrado en el muro septentrional del claustro de Roncesvalles, junto al acceso a la sobrebóveda de la Colegiata,[16] se descubrieron algunos vanos sepulcrales, con arco apuntado, pertenecientes al primitivo claustro gótico.