El 27 de noviembre juró los Fueros de Navarra, poniendo límites a los ricoshombres del reino, ya que hasta cumplir Teobaldo los veintiún años no podía juzgar sin el consejo de un tutor, y este a su vez, sin oír a doce ricos-hombres del reino que harían de jurado.
La burguesía apoyó al monarca pagando impuestos extraordinarios y el rey, a cambio, les proporcionó prestigio y poder político.
Las dos flotas se unieron en Cagliari, en la costa sur de Cerdeña.
Sea como fuere, la expedición franco-navarra llega a Túnez el 18 de julio.
Carlos de Anjou llega con tropas a la zona pero el rey navarro desiste de la empresa militar y opta por volver al continente europeo con las tropas navarras y francesas.