[3] Debido a su gran variedad de propiedades, tanto los polímeros sintéticos como los naturales desempeñan un papel esencial en nuestras vidas.
En un contexto biológico, esencialmente todas las macromoléculas, por ejemplo: las proteínas (poliamidas), ácidos nucleicos (polinucleótidos) y polisacáridos, están compuestas en gran parte por polímeros.
Su gran masa molecular en comparación con otras moléculas de menor talla le aporta (a los polímeros) propiedades físicas únicas que incluyen dureza, alta elasticidad, visco elasticidad y una tendencia a formar estructuras amorfas y/o semi-cristalinas en lugar de cristales.
Existen también otros tipos de esqueletos, por ejemplo, que al integrar elementos como el silicio forman materiales como la silicona, presentes en el silly putty, y selladores impermeables.
Aunque presagiada por Wilhelm Eduard Weber, e incluso por Henri Braconnot a principios del siglo XIX, muchos investigadores las veían como agregados o micelas.
El hule se convirtió en caucho vulcanizado, una sustancia resistente a un amplio margen de temperaturas.
Posteriormente el químico belga Leo Hendrik Baekeland desarrolló en 1907[10] el primer polímero totalmente sintético, la baquelita, un material muy duradero que por provenir de materiales de bajo costo, como el fenol y el formaldehído, llegó a tener gran éxito durante cierto tiempo.
Otros polímeros importantes se sintetizaron en los años siguientes, por ejemplo el poliestireno (PS) en 1911 o el policloruro de vinilo (PVC) en 1912.
Propuso las fórmulas estructurales del poliestireno y del polioximetileno, tal como se conocen actualmente, como cadenas moleculares gigantes formadas por la asociación mediante enlace covalente de ciertos grupos atómicos llamados "unidades estructurales".
La idea de las macromoléculas fue apoyada y desarrollada años más tarde por Wallace Carothers, que trabajaba en la empresa DuPont desde 1928 y que estableció un gran número de nuevos polímeros: poliésteres, poliamidas, neopreno, etc.
El desarrollo industrial posterior de la ciencia macromolecular se vio acelerado por la Segunda Guerra Mundial.
En la segunda mitad del siglo XX se desarrollaron nuevos métodos de obtención, polímeros y aplicaciones.
La naturaleza química de los monómeros, su masa molecular y otras propiedades físicas, así como la estructura que presentan, determinan diferentes características para cada polímero.
Para lograr este diseño, la reacción de polimerización y los catalizadores deben ser los adecuados.
Las propiedades eléctricas de los polímeros industriales están determinadas principalmente, por la naturaleza química del material (enlaces covalentes de mayor o menor polaridad) y son poco sensibles a la microestructura cristalina o amorfa del material, que afecta mucho más a las propiedades mecánicas.
Otra temperatura importante es la de descomposición y es conveniente que sea bastante superior a Tf.
Existen varias formas posibles de clasificar los polímeros, sin que sean excluyentes entre sí.
Pero ello no debe hacer olvidar que los elastómeros también se dividen en termoestables (la gran mayoría) y termoplásticos (una minoría pero con aplicaciones muy interesantes).
La UER debe ser nombrada siguiendo las normas convencionales de la IUPAC para moléculas sencillas.
En la práctica, los polímeros de uso común se suelen nombrar según alguna de las siguientes opciones: La IUPAC reconoce que los nombres tradicionales están firmemente asentados por su uso y no pretende abolirlos sino solo ir reduciendo paulatinamente su utilización en las publicaciones científicas.