Termoplástico

Los polímeros termoplásticos difieren de los polímeros termoestables o termofijos en que después de calentarse y moldearse pueden recalentarse y formar otros objetos.

[1]​ Sus propiedades físicas cambian gradualmente si se funden y se moldean varias veces (historial térmico), generalmente van disminuyendo estas propiedades al debilitar los enlaces.

Se diferencian de los termoestables o termofijos (baquelita, goma vulcanizada) en que estos últimos no funden al elevarlos a altas temperaturas, sino que se queman, siendo imposible volver a moldearlos.

Cuando se enfrían, partiendo del estado líquido y dependiendo de las temperaturas a la cual se expongan durante el proceso de solidificación (aumento o disminución), podrán formarse estructuras sólidas cristalinas o no cristalinas.

[2]​ Para realizar ensayos en termoplásticos, se puede proceder de las siguientes maneras:

Una colección de conos termoplásticos azules encontrados en Birmingham.