En 1844 Charles Goodyear recibió una patente de los Estados Unidos por la vulcanización del hule natural con azufre y calor.
Thomas Hancock había recibido una patente por el mismo proceso en el Reino Unido el año anterior.
Este proceso fortaleció al hule natural y previno que se fundiera con el calor sin perder flexibilidad.
Esto hizo posible productos prácticos tales como artículos a prueba de agua.
[1] En 1907, Leo Baekeland inventó el primer polímero sintético, una resina termoestable de fenol-formaldehído llamada baquelita.