El proceso de fabricación fue luego patentado por tres científicos británicos, Charles Frederick Cross, Edward John Bevan y Clayton Beadle, en 1891.
Sin embargo, cuando Cross y sus colegas intentaron hacer objetos sólidos tales como mangos de paraguas, encontraron que era demasiado frágil.
Posteriores investigaciones llevaron a la creación del rayón HWM o modal en los 50.
[2] El rayón es una fibra muy versátil y tiene las mismas propiedades en cuanto a comodidad de uso que otras fibras naturales y puede imitar el tacto de la seda, la lana, el algodón o el lino.
Los tejidos de rayón son suaves, ligeros, frescos, cómodos y muy absorbentes, pero no aíslan el cuerpo, permitiendo la transpiración.
[3] Según su presentación, se distingue entre el llamado rayón filamento y la viscosa de fibra corta.
Sin embargo, el rayón HWM o fibra modal, es mucho más fuerte y duradero.
[1] El rayón normal posee líneas longitudinales llamadas estrías y una sección cruzada de forma indentada circular.
Otra variante, más resistente en estado húmedo, es el rayón HWM, también conocido como "polinósico" o por el nombre comercial MODAL.
[5] El rayón de cupramonio tiene propiedades similares a la viscosa, pero durante su producción la celulosa es combinada con cobre y amoníaco.
[5] El rayón se usa mayoritariamente en la confección textil (blusas, vestidos, chaquetas, lencería, forros, trajes, corbatas...), en decoración (colchas, mantas, tapicería, fundas...), en industria (material quirúrgico, productos no tejidos, armazón de neumáticos...) y otros usos (productos para la higiene femenina).