Electrónica molecular

Sin embargo, el primer dispositivo moletrónico no fue desarrollado hasta 1974, año en el que Ari Aviram y Mark Ratner ilustraron un rectificador (diodo) molecular teórico.

Estos eran ideas teóricas, no construidas, sobre posibles aplicaciones que se les podían atribuir al campo de la moletrónica.

Tomando en cuenta que las moléculas son las estructuras estables más pequeñas imaginables a la actualidad, la miniaturización en procesos es la meta máxima para los circuitos electrónicos.

La moletrónica basa sus principios en materiales de la química orgánica, y éstos, en ocasiones, no son lo suficientemente estables para poder albergar o incorporarse debidamente a un sistema eléctrico complejo.

La electrónica molecular opera dentro del rango cuántico, esto es, en dimensiones menores a los 100 nanómetros.

Más, el conectado de moléculas para circuitos a mayor escala se ha mostrado un gran reto, y es un obstáculo mayúsculo para su comercialización.

Como su categoría lo dice, son materiales inactivos, cuyo único propósito es el de conectar distintas partes dentro del circuito.

Los cables no están funcionalizados, y son repeticiones del mismo bloque de construcción.

Las propiedades mecánicas cuánticas pueden, entonces, ser ocupadas para aplicaciones con mayor propósito al de sólo transistores.

Los rectificadores moleculares (Aviram y Ratner), son mímicas de sus contrapartes a granel.

También está la electromigración, donde la corriente es conducida a través de un cable delgado que se derrite y los átomos emigran para producir la vacante.

El alcance de la fotolitografía actual puede mejorarse con el grabado químico o la deposición metálica en el electrodo.

Tomando provecho de la alta afinidad del azufre hacia el oro, es posible anclar moléculas a los electrodos.

Esta técnica no es específica, pues el anclaje termina adhiriendo las moléculas a cualquier superficie de oro.

[3]​ Los Buckminsterfullereno, descubiertos al cierre del siglo XX, son objetos grafíticos redondos hechos con el “número mágico” 60.

Las hibridaciones ya se encuentran en marcha, pues existen empresas que empiezan a investigar y realizar este tipo de pruebas.

Con respecto a su postulación de la ley con su nombre, dice: “si extrapolamos las todas las curvas juntas… nos quedamos sin gas, haciendo esto, para el año 2017.”[6]​ Quizás, estos límites que afronta ahora la electrónica del silicio se conviertan en una verdadera oportunidad para el crecimiento y desarrollo de la electrónica molecular.