La resiliencia es igual al trabajo externo realizado para deformar un material hasta su límite elástico:
Para una probeta de material elástico lineal sometida a tensión axial uniforme:[1]
La relación entre resiliencia y tenacidad es generalmente monótona creciente; es decir, cuando un material presenta mayor resiliencia que otro, generalmente presenta mayor tenacidad.
Sin embargo, dicha relación no es lineal.
La resiliencia es la capacidad de almacenar energía en el periodo elástico, y corresponde al área bajo la curva del ensayo de tracción entre la deformación nula y el límite de proporcionalidad elástica del material.
Para un material elástico lineal, la resiliencia puede ser calculada por medio de la ecuación:
es la tensión de fluencia o límite elástico y
es la deformación correspondiente a dicho límite elástico.
representa la energía absorbida en el impacto, que resulta ser la misma que la energía potencial que pierde el péndulo, en un ensayo con el péndulo de Charpy, y que puede ser calculada, por tanto, conociendo la diferencia entre la altura inicial de caída del péndulo y la altura que alcanza el péndulo posteriormente al impacto.
En el Sistema Internacional de Unidades se expresa en julios por metro cúbico (J/m3).
Teniendo en cuenta los conceptos físicos de Resiliencia, en el caso de las redes y sistemas informáticos, se debe plantear de forma similar, teniendo en cuenta que hoy en día toda infraestructura de Telecomunicaciones debe tener presente la alta probabilidad de sufrir ataques o incidentes por fallos ante los cuales deba recuperarse lo antes posible y en las mejores condiciones.
Un concepto que describe muy bien esta línea de pensamiento es: “Resiliencia no es capacidad de recuperación, sino la certeza en recuperarse”.
En ingeniería el término absoluto se acaba en los cálculos matemáticos y teorías, cuando llevamos el proyecto a la realidad, es preferible manejarse por valores de “tolerancia” o porcentajes de cumplimiento.
Cuánto más preciso sea en la definición de esos límites, mayor será su capacidad ejecutiva, esto se traduce en la relación coste/beneficio de estas decisiones, y ese balance óptimo hace ahorrar mucho dinero, tiempo, esfuerzos y dolores de cabeza.
Es vital realizar el análisis de riesgo de forma metódica y sí, en particular, tomamos como referencia metodologías internacionalmente comprobadas, pues mejor que mejor, luego sobre los activos críticos que se identifiquen es donde se deberá avanzar metódicamente hasta lograr un "Ciclo de vida" de la Seguridad.