La unidad del Sistema Internacional para el flujo magnético, el Weber, (símbolo: Wb) fue bautizada en su honor.
Tras sus estudios allí, entró en la universidad y encaminó sus pasos hacia lo que se llamaba entonces Filosofía Natural.
Weber, no obstante sabía que aquellas lecturas, aunque profusamente ilustradas con gráficos y dibujos eran meros textos, por lo que animaba a sus estudiantes a experimentar la física y aplicarla para explicar con ella los fenómenos cotidianos fuera del laboratorio, con el afán de afianzar en ellos un conocimiento verdadero y completo de la Física como algo que nos rodea más allá de las aulas.
Cuando contaba 20 años, siendo aún estudiante, Wilhelm había escrito junto con su hermano Ernst Heinrich Weber, ya profesor de Anatomía en Leipzig, un libro titulado Teoría ondulatoria y Fluidez, que dio a ambos autores una considerable reputación.
Junto con su amigo Gauss inventó en 1833 un nuevo tipo de telégrafo conocido como Gauss-Weber.
Por medio de un anteojo el observador distinguía los movimientos del espejo reflejados en una escala.