[1] Según el Mahabharata, el exterior de un palacio entero se revistió con goma laca.
[1] La goma laca era de uso poco frecuente como materia colorante durante la época del comercio con las Indias Orientales.
Merrifield[2] cita el año 1220 para la introducción de la goma laca como un pigmento artístico en España.
El uso como pintura o barniz decorativo sobre grandes piezas de mobiliario se popularizó por primera vez en Venecia (y más tarde en toda Italia).
Un artículo del Journal of the American Institute of Conservation describe el uso de la espectroscopía infrarroja para identificar un recubrimiento de goma laca en un cassone del siglo XVI.
Los cultivadores locales recogen las ramitas recubiertas y quitan de ellas el material parecido a la concha.
Su insolubilidad total en las esencias minerales y en aguarrás la hace valiosa como capa aislante en la pintura decorativa o de paredes.
Sus propiedades alcalinas se utilizan para proteger los medicamentos durante el tránsito por el tracto digestivo y liberar el principio activo en el lugar correcto (en el intestino delgado o el colon).
[5] En agricultura, se usa para proteger las manzanas que pierden su cera natural durante la recolección y limpieza, así como para fijar las esporas que sueltan los níscalos cuando se cortan de cara a asegurar el crecimiento de más al año siguiente.