El electrocromismo es la propiedad que poseen algunas especies químicas para el cambio de color de forma reversible cuando se les aplica una carga eléctrica.
Un buen ejemplo de material electrocrómico es la polianilina que pueden ser sintetizados por oxidación química[1] o electroquímica de la anilina.
Si un electrodo es sumergido en ácido clorhídrico conteniendo una baja concentración de anilina, puede crecer en el electrodo una película de polianilina.
Otros materiales electrocrómicos para los que se han encontrado aplicaciones tecnológicas son los viológenos y los polyoxotungstatos.
Esta combinación podría llegar a sustituir a las pantallas de cristal líquido ya que el viológeno, (normalmente de un color azul oscuro) contrasta fuertemente con el blanco brillante del titanio, dando así una gran legibilidad a la pantalla.