Placenta

Sin embargo, un fósil recién hallado (Juramaia sinensis) corroboraría estudios moleculares anteriores, que estimaban que la diferenciación entre euterios y otros mamíferos se produjo hace 160 millones de años, si bien dichos cálculos suelen considerarse provisionales.

En la mayoría de los casos ocurre una muy cercana relación entre el trofoblasto embrionario y las células del endometrio.

Una vez implantado el blastocito en el espesor del endometrio, comienza la diferenciación de las deciduas endometriales.

En la parte que se encuentra inmediatamente debajo, encontramos la zona esponjosa por la cual pasará el plano de despegamiento durante el alumbramiento.

Todos estos hallazgos son bastantes importantes, pues entender cómo se forma la placenta nos puede llevar a, por ejemplo, saber qué ocurre cuando hay un problema en algún embarazo o implantación.

Las hormonas polipeptídicas más importantes son la gonadotropina coriónica humana, que la madre elimina por orina, y que se produce desde la formación del corion hasta que en la 12.ª semana decrece la producción (se emplea en pruebas de embarazo a partir de la tercera semana); y la lactógeno placentario humano,[14]​ que aparece en el plasma sanguíneo de la madre desde la tercera semana y cuyos efectos son los cambios somáticos del cuerpo, como el aumento del tamaño de las mamas.

Es importante destacar la acción conjunta de las hormonas hipofisarias, ováricas y placentarias para el correcto desarrollo del embarazo.

La gonadotropina coriónica humana es una glicoproteína secretada por el sincitiotrofoblasto a partir del día 5 o 6 después de la fecundación alcanzando su concentración máxima en el segundo mes.

Se detecta poco después de la implantación y, para el final del embarazo, es la proteína fetal más abundante en la circulación sanguínea materna.

[18]​ La proteína plasmática asociada al embarazo (PAPPA) es una glicoproteína sintetizada por el sincitiotrofoblasto y en el endometrio a partir de la séptima semana.

Inhibe a la elastasa evitando que la zona de implantación del trofoblasto traspase el endometrio.

La proteína placentaria S (PPS) es una glicoproteína producida por el sincitiotrofoblasto a partir de la sexta semana del embarazo.

Estimulan el crecimiento embrionario y adaptan el metabolismo de la madre a las necesidades del feto.

La bacteria que transmite la sífilis, Treponema pallidum, puede cruzar la barrera placentaria a partir del quinto mes, causando un aborto espontáneo o enfermedades congénitas.

[19]​ La circulación placentaria trae en cercana proximidad a dos sistemas circulatorios independientes, la materna y la fetal.

Para el final del embarazo, el flujo sanguíneo en la placenta llega hasta 500 ml/min (80% de la perfusión uterina).

[20]​ Las divisiones de la placenta dan gran superficie, lo que permite mayores intercambios (unos 10 m² al término del embarazo).

La presión sanguínea en la arteria umbilical es aproximadamente 50 mmHg y esta sangre fluye a través de vasos más delgados que cruzan la placa coriónica hasta los capilares que están dentro de las vellosidades, lugar donde la presión sanguínea cae a 30 mmHg.

[20]​ Desde la placenta, la sangre llega al feto a través de la vena umbilical, alcanzando finalmente el sistema cava inferior fetal, en una circulación que se asemejaría a lo que es la circulación menor de un adulto.

[19]​ En el quinto mes, los vasos sanguíneos fetales han aumentado sus ramificaciones acercándose más a la superficie de la vellosidad.

Para el sexto mes, los núcleos del sincitiotrofoblasto se agrupan en nodos proliferativos de modo que las zonas más periféricas del sincitiotrofoblasto son anucleadas y adyacentes a los capilares formando una zona de intercambio entre ambas estructuras.

Raramente llega a ser muy corto, siendo más frecuente que sea muy largo, enredándose en las extremidades o cuello del feto e incluso formando nudos.

Una vez que se ha producido el nacimiento del niño, la placenta carece de utilidad para la madre y es expulsada.

Aunque la ciencia desconoce con exactitud porqué, la ingestión de la placenta por la hembra tras el parto o placentofagia es habitual en los mamíferos placentarios tanto carnívoros como herbívoros, con solo tres excepciones: seres humanos, camélidos y cetáceos, además de algunos pinnípedos.

[24]​ Hay escasos relatos sobre consumo medicinal en ciertas culturas humanas, como parteras chinas, vietnamitas y tailandesas ingiriendo la placenta de madres jóvenes y sanas, o en Nigeria curanderos que usaban placenta seca de oveja para inducir el parto.

1. Ubicación de la placenta.
Tipos de placenta : (1)(5): Cordón umbilical; (2)(7): Placenta; (8)(4): Cuello uterino; (3)(6): Vaso sanguíneo fetal.
Placenta humana mostrada unos minutos después del nacimiento.
Cara fetal (arriba): Lateralmente se muestra que el bebé se roza con la parte superior derecha del cordón umbilical. El borde blanquecino de la parte inferior es el remanente de la bolsa amniótica.
Cara materna (abajo): Se aprecian los cotiledones.
Circulación de la placenta.
Placenta con cordón umbilical
Placenta con cordón umbilical