Treponema pallidum

[1]​[2]​ La clasificación de estas subespecies se basa tanto en la diferente sintomatología causada por su infección como en cambios genéticos.

Fuera del cuerpo, no soporta los climas secos o temperaturas superiores a 42°C.

No resiste la penicilina, uno de los mejores antibióticos que pueden utilizarse contra esta bacteria.

Al ser una bacteria virtualmente incultivable, su estudio es complicado, y hay muchas cosas que todavía no se conocen al respecto de sus mecanismos de acción, patogenia y evolución.

Cabe resaltar que T. pallidum no tiene LPS, a pesar de ser Gram -, y las llagas sifilíticas son causadas por el mismo hospedador, en respuesta a Tpn47, la principal proteína de esta espiroqueta, ya que desencadena una respuesta inmune generalizada que es muy poco eficaz en llevar a cabo la eliminación del treponema porque es muy poco antigénico; tiene una proteína, llamada Neelaredoxin, que convierte el O2- liberado por los macrófagos en H2O2, y la hidroxiperoxidasa de membrana la convierte en H2O, evadiendo las especies reactivas de O2 del sistema inmune.

[4]​ A veces, unas erupciones planas llamadas condiloma latum brotan alrededor de los genitales y ano.

[6]​ En esta fase se producen los problemas más serios y puede llegar a provocar la muerte.

Algunos de los problemas son: Aunque un tratamiento con penicilina puede matar la bacteria, el daño que haya hecho en el cuerpo podría ser irreversible.

T. pallidum fue identificada por primera vez microscópicamente en canillas sifilíticas por Fritz Schaudinn y Erich Hoffmann en la Charité en Berlín en 1905.

Esto es debido a varios factores: La prevención se basa en: - Uso de profilácticos (condón, preservativo) - Controles prenatales en personas gestantes - Información de calidad, concientización y acceso a la salud para un diagnóstico temprano.

Micrografía que muestra T. pallidum (negro y delgado) – tinción de Dieterle