Toxoplasmosis

[2]​ T. gondii es un parásito intracelular con una enorme capacidad para invadir células del anfitrión gracias a la forma invasora móvil (taquizoíto o trofozoítos) caracterizada por un complejo apical exclusivo, desde el punto de vista evolutivo, y un mecanismo de motilidad basado en actina.

También puede revestir gravedad cuando afecta a inmunosuprimidos tales como infectados por el VIH sin tratamiento antirretroviral efectivo y con los CD4 por debajo de 200 células por mililitro.

[14]​ En Sudamérica por ejemplo, la principal fuente es el agua, incluso tratada con cloro, tal como lo han demostrado estudios en Brasil y Colombia.

También puede consumir alimentos que han sido manipulados por terceros sin poder supervisar si el lavado es suficiente (por ejemplo, en restaurantes).

Pese a un lavado de manos con agua y jabón, siempre puede quedar tierra bajo las uñas.

Después de eso, aunque se vuelva a infectar, nunca más liberará ooquistes.

Es necesario limpiar al arenero con frecuencia, impidiendo que esos ooquistes maduren y sean infecciosos.

No sólo se puede introducir el Toxoplasma gondii en el organismo de esta manera, también otros parásitos, bacterias y virus, mucho más peligrosos e incluso letales como la Escherichia coli.

Si la infección ocurrió antes de quedar embarazada, el nuevo bebé no puede ser infectado.

Se infectan animales herbívoros, omnívoros o carnívoros, incluyendo casi todos los mamíferos.

Los ooquistes que salen con las heces no son de inmediato infectantes, deben pasar por un proceso de diferenciación en la tierra que dura hasta tres semanas y pueden mantenerse infecciosos durante mucho tiempo en la tierra húmeda (aproximadamente un año).

Los humanos sufren la transmisión del parásito fundamentalmente por vía oral a través de la ingesta de carnes, verduras, el agua, huevos, leche, u otros alimentos contaminados por ooquistes o que contienen quistes tisulares.

[cita requerida] Los gatos, sobre todo si se manipulan sus excreciones, pueden infectar al ingerir los ooquistes por las manos contaminadas.

El perro, al igual que el ser humano, es un huésped intermediario cuyo contagio[22]​ se suele dar a través de las heces infectadas del gato.

Además, el perro[23]​ también puede contagiarse por la ingestión de carne cruda contaminada con los huevos del parásito.

La infección aguda recientemente adquirida suele ser asintomática en niños mayores y adultos; y en caso de presentar síntomas y signos (enfermedad aguda) estos suelen ser de corta duración y autolimitados, como una gripe o mononucleosis: dolor de cabeza, dolores musculares, inflamación de los ganglios linfáticos, e incluso presenta inflamación del hígado y mayoritariamente del bazo, etc.[19]​ En la mayoría de los casos persiste como quistes en los tejidos pero la persona no suele tener manifestaciones clínicas (infección crónica), pero en otros casos se presenta con formas clínicas persistentes o recurrentes (enfermedad crónica).

Es posible también demostrar la presencia del genoma del parásito con la técnica de PCR, un método importante debido a su alta sensibilidad y especificidad,[24]​ pues siempre que es positivo confirma el diagnóstico pero si es negativo no siempre lo excluye.

De importancia en los casos más graves donde se ven los síntomas más notables, la toxoplasmosis puede confundirse con la leptospirosis,[27]​ enfermedad de Hodgkin y otros linfomas,[28]​ encefalitis, mononucleosis, miocarditis, pulmonía (tuberculosis) en inmunocomprometidos y sarcoidosis.

[29]​ Debido a que la pirimetamina bloquea el uso del ácido fólico, se debe añadir al tratamiento el ácido folínico, el cual puede ser usado por la médula ósea del paciente, mas no por el parásito.

[30]​ Las madres embarazadas deben ser también tratadas al ser diagnosticadas con certeza y, a través de ellas, al feto, balanceando los posibles efectos secundarios del tratamiento sobre el feto y su madre.

No manipular o tener contacto con las heces de gatos que interactúen con otros animales infectados (lo que significa que no todos los gatos están sujetos a riesgo), contaminación de cuchillos, y otros utensilios al preparar carne infectada, beber agua contaminada, ingerir la leche no pasteurizada; especialmente de cabra, aceptar la donación de órganos infectados (caso que es muy poco frecuente fuera del mercado negro).

En Brasil en 2004 una encuesta epidemiológica relacionó también el consumo de agua no filtrada con infección en estratos socioeconómicos desfavorecidos.

Es posible que, como en el caso de Giardia o Cryptosporidium, la cloración no sea suficiente para eliminar el Toxoplasma en aguas tratadas y se requiera la filtración para reducir la transmisión.

Las mujeres embarazadas deben evitar consumir carne cruda o mal cocida, incluyendo embutidos, jamón serrano, chorizo, sushi, entre otros; lavar adecuadamente las verduras y hortalizas; evitar realizar tareas de jardinería, o llevarlas a cabo con guantes adecuados; como también tener especial cuidado e higiene con los animales domésticos, especialmente los gatos.

Así pues, el intento por establecer si un paciente está expuesto al riesgo de padecer toxoplasmosis, únicamente según los antecedentes epidemiológicos, es una tarea inútil.

Ciclo vital de Toxoplasma gondii : el gato es el huésped definitivo (1) (donde el parásito se reproduce ), el gato se infecta e infesta a otros animales por los ooquistes tisulares. El hombre se infecta consumiendo ooquistes liberados con las heces (3) o bien al ingerir carne contaminada con ooquistes tisulares (2) .
Toxoplasmosis cerebral con afectación predominante en el lóbulo occipital derecho. Paciente mujer de 48 años con diagnóstico previo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida .