[5] El lóbulo occipital da forma a la parte posterior de cada hemisferio cerebral llamada polo occipital y no está claramente separado mediante surcos de los lóbulos parietal y temporal.
[11] La capa 4, que recibe la mayor entrada de señal visual desde el núcleo geniculado lateral, ha sido subdividida a su vez en 4 sub-capas, etiquetadas como 4A (IVa), 4B, 4Cα, y 4Cβ.
[12] Los fisiólogos han demostrado, que es posible asignar a determinadas regiones anatómicas de la corteza cerebral occipital, funciones particulares y específicas.
[14] Los lóbulos occipitales no son particularmente vulnerables a lesiones debido a su localización en la parte posterior del cerebro, aunque cualquier trauma significativo en el cerebro podría producir cambios sutiles en nuestro sistema visual-perceptivo, lo que genera defectos y escotomas del campo de visión.
Lo cual permite que la información del campo visual tenga un registro más exacto al momento de llegar a los ganglios geniculados (en donde se reclasifican las fibras).
Desde estos salen las radiaciones ópticas (haz amplio de fibras nerviosas, una izquierda y una derecha) los cuales atraviesan a cada hemisferio hasta llegar al lóbulo occipital.