De esta forma la sangre fluye en dirección contraria hacia la aurícula izquierda, produciendo una deficiencia cardíaca irreversible.
[7] La predilección diagnóstica continúa siendo la biopsia del miocardio, generalmente hecho durante una angiografía.
Se toman una pequeña muestra del endocardio y del miocardio, las cuales son investigadas por un patólogo bajo un microscopio y, de ser necesario, inmunoquímica con métodos especiales de tinción.
Las características histológicas que con frecuencia se observan son: intersticio del miocardio con abundante edema e infiltrado inflamatorio, rico en linfocitos y macrófagos.
Debido a que la mayoría de las infecciones virales no pueden ser tratadas con terapia directa, el alivio sintomático es el único remedio en esas formas de miocarditis, por ejemplo, los AINE para el componente inflamatorio y diuréticos y/o inotropos para la insuficiencia cardíaca.