Modelo económico

Como en otras disciplinas, los modelos son, en general, representaciones ideales o simplificadas, que ayudan a la comprensión de sistemas reales más complejos[1]​ Los modelos se usan comúnmente no solo para explicar cómo opera la economía o parte de ella, sino también para realizar predicciones sobre el comportamiento de los hechos y determinar los efectos o tomar decisiones sobre los mismos.

[2]​ Como sugiere lo anterior, un modelo puede constituir una representación de aspectos ya sea generales o más específicos.

Adicionalmente los modelos económicos pueden generalmente dividirse entre modelos conceptuales, que usualmente poseen un carácter crítico o analítico (ver Criticismo); modelos matemáticos, que buscan ser una representación teórica — utilizando variables y sus relaciones matemáticas — del funcionamiento de los diversos procesos económicos (ver economía matemática) y modelos diagramáticos o gráficos que son la representación de datos, generalmente numéricos, mediante recursos gráficos (tales como líneas, vectores, superficies o símbolos), para que las relaciones que los diferentes elementos o factores guardan entre sí se manifiesten visualmente.

Al nivel más general los modelos pueden ser considerados "escuelas" del pensamiento.

Desde este punto de vista la función del modelo puede verse no solo como un intermediario metodológico entre realidad y teoría sino también, como propone Imre Lakatos, poseyendo un papel defensivo de las teorías.

Los modelos constituirían el cinturón protector, pudiendo ser modificados, eliminados o reemplazados por otros modelos nuevos con el objetivo de impedir que se pueda falsear la teoría central o núcleo firme.

Un ejemplo de lo anterior puede verse en la modelizacion del ciertos aspectos del Keynesianismo, primero en el Modelo IS-LM, posteriormente en el Modelo Mundell-Fleming, etc. Desde este punto de vista, aún si consideramos una propuesta general (tal como la economía de libre mercado) como modelo, esa propuesta general sería inmune a cualquier falsacion, dado, últimamente, que los supuestos, elementos y relaciones implícitas y explícitas encompasados por una teoría nunca pueden ser totalmente reducidos a una situación específica, (Véase Tesis de Duhem-Quine).

El modelo, en la otra mano, es manifiestamente incorrecto si sus supuestos y predicciones no corresponden a la realidad.

Pero esos supuestos y predicciones son solo un subconjunto de las que la teoría comprende.

Por ejemplo, es perfectamente legítimo señalar que la competencia perfecta no se observa en la realidad -no se encuentran las situaciones o condiciones que asume- Sin embargo, esto no la invalida como teoría o incluso como propuesta.

Esto no implica que la teoría de la oferta y la demanda, especialmente considerada como abstracción de la realidad, o incluso como propuesta general, sean erróneas, implica que el modelo debe ser modificado en esos mercados.

[27]​ Por supuesto, también se puede sugerir que, si la propuesta general no se observa en ninguna situación real, su utilidad es limitada, y, consecuentemente, es reemplazado ( Popper - ver La lógica de la investigación científica) o cae en el abandono (Lakatos): en la práctica una "teoría más general" de competencia -que incorpore esos “constreñimientos” sería más "correcta", adecuada o útil.

[29]​ Lo anterior enfatiza el punto que la función del modelo es práctica, ser guía para la acción.

Gráfica del Modelo IS-LM . Ejemplo tanto de un modelo matemático como gráfico. La curva IS se desplaza a la derecha, bien por una política fiscal de incremento del gasto o de transferencias, o bien por una disminución de la tasa de impuestos. El equilibrio se encuentra por tanto en Y 2 e i 2 .