Derivando inspiración de esa perspectiva, autores tales como John B. Taylor, Gregory Mankiw, Paul Krugman, David Romer, Olivier Blanchard, Nobuhiro Kiyotaki, y Michael Woodford, buscaron mostrar que factores microeconómicos pueden tener efectos al nivel macroeconómico.La percepción nuevo keynesiana del largo plazo es que puede ser un periodo realmente largo, quizás inalcanzable en la práctica (en la medida que fluctuaciones previas modificaran continuamente la situación) (ver más abajo) Esa intervención estatal se basa en la percepción keynesiana de la necesidad de coordinar los diferentes elementos de la política macroeconómica.Por ejemplo, una tradición económica de largo plazo enfatiza que la política monetaria puede afectar el empleo y producción en el corto plazo debido a que los precios responden lentamente a cambios en la oferta de dinero.Pero, dado que tanto los salarios como los precios son inflexibles -no decaen inmediatamente- ese menor gasto produce una disminución en la producción y una caída en los niveles de empleos.En 1991 Mankiw y Romer publicaron una obra -llamada "Nueva Economía Keynesiana"[4] - en dos volúmenes que aglutinan contribuciones significantes a la percepción delineada.En otras palabras, la empresa asume un costo y riesgo que reduce el incentivo a responder al cambio.[14] Posteriormente, macroeconomistas comenzaron a construir modelo de un Equilibrio general dinámico estocástico (EDGE) con aspectos keynesianos.[18] [19][20] El estudio del problema de las rigideces nominales que afectan tanto precios como salarios es central para el nuevo keynesianismo.Por ejemplo, en una situación -de crisis o no- que produzca una baja en la demanda, porque los precios no decaen en la forma predicha por los modelos?.Conversamente, una decadencia en la tasa de ganancia de una empresa o sector económico no implica necesariamente la decadencia en otros sectores, lo que a su vez sugiere los precios y/o salarios no necesariamente decaen.Consecuentemente, los modelos del nuevo keynesianismo asumen que las empresas utilizan su poder sobre el mercado a fin de mantener sus precios por sobre el coste marginal,[31] de tal manera que incluso si fallan en fijar los precios óptimamente mantendrán sus ganancias.Modelos que asumen esa rigidez de información muestran las siguientes características: 1.º: la deflación es siempre recesionaria.3.º: Cambios en la inflación están positivamente relacionados con el nivel de la actividad económica general.[38] Lo anterior se puede expresar, más formalmente, de la siguiente manera: una economía real se comporta -dado la inercia de precios y salarios, etc- como si la información tuviera inercia o velocidad limitada.Esta nueva consideración ha dado origen a algunos modelos híbridos[39][40][41] pero también a un debate acerca de cual aproximación es más efectiva o apropiada[42][43][44] Siguiendo el trabajo -esbozado más arriba- de exploración de los factores microeconómicos que podrían producir efectos macroeconómicos keynesianos que los pioneros efectuaron, los economistas empezaron a proponer modelos generales.Eso sugiere que crecientemente la expansión industrial depende de factores tecnológicos.Dado que, a nivel macroeconómico, los modelos del comportamiento se derivan de la interacción de todos esos factores a través del tiempo, esos modelos son necesariamente dinámicos.Además deben incorporar la situación del sistema económico particular bajo estudio.Lo anterior da origen a una "función de resultado esperado" (target function) que específica también perdidas y costos.Adicionalmente, el proyecto de modelar el (o un) sistema cambia profundamente: el cálculo no es suficiente para reflejar adecuadamente la realidad.Por esta razón se ha dicho que las cuestiones del keynesianismo ya habían sido resueltas por León Walrras.
Ejemplo de producto potencial y real con efecto de inercia en salarios (línea azul)
Precios en monopolio y competencia perfecta
Inflación en EE. UU. 1913–..., mostrando “ladera de loma” (línea azul)