La escuela neokeynesiana, neokeynesianismo o síntesis neoclásica - término introducido por Paul Samuelson para referirse al proyecto de integrar las visiones neoclásicas con las keynesianas- fue uno de los paradigmas más visibles de la economía en la segunda mitad del siglo XX.
La primera generación de economistas que siguió a Keynes se concentró en combinar sus ideas con las del paradigma dominante en esa época, el neoclasicismo, específicamente las percepciones de Alfred Marshall, Léon Walras y Arthur Pigou.
Entre los neokeynesianos se destacaron John Hicks, Franco Modigliani; James Tobin y Paul Samuelson.
El resultado fue una serie de nuevas ideas para proporcionar herramientas al análisis keynesiano que fueran capaces de explicar esos eventos económicos, dándole al pensamiento macroeconómico una base microeconómica.
Por esa razón, muchos economistas consideran que las políticas gubernamentales deberían encaminarse precisamente a garantizar el pleno empleo, y en esas condiciones se conjetura que la economía sí se comportaría del modo que la economía clásica y neoclásica sugieren.