Teoría del segundo mejor

De la misma manera, la eliminación de una regulación que obstaculice la libertad no es necesariamente positiva, ya que puede ser esencial para contrarrestar otra imperfección, conduciendo a un resultado peor con menos libertad"[7]​ Está generalmente aceptado que un sistema en equilibrio económico y que posea ciertas características (por ejemplo: competencia perfecta, etc) logrará una situación óptima de acuerdo a Pareto (ver Primer teorema fundamental de la economía del bienestar).Intuitivamente parece obvio que la solución sería forzar o implementar esa condición.Por ejemplo, si en una sociedad hay organizaciones o instituciones que impiden la libre competencia (tales como sindicatos, asociaciones de productores, etc) estas pueden ser prohibidas.Esto lleva fácilmente a crisis económicas y consecuente derroche, lo que está lejos de ser estable o eficiente.Se podría plantear prohibir únicamente asociaciones de trabajadores y consumidores.Consecuentemente podría ser el caso que, al remover una distorsión del mercado, el efecto sea la expresión completa de otras distorsiones o fallas o incluso que se generen nuevos fallos de mercado antes inexistentes.Eliminación del monopolio, pero eso nos lleva varias o muchas empresas compitiendo en el mismo mercado.O podría ser que reducir la polución y proteger esa salud sea considerado más importante.Cuando se han abandonado las condiciones de optimización, los cambios en un sistema económico no puede caracterizarse ni como mejores ni como peores sin un estudio más detallado de la situación.[11]​[12]​ Esa aproximación puede verse como atacando las bases de la " economía ortodoxa" o neoclásica[13]​ Sin embargo algunos proveen una interpretación alternativa más bien sui generis: “El teorema del segundo mejor” afirma que la ausencia de intervención estatal en un mercado particular o en un grupo de mercados no garantiza un resultado favorable para la sociedad en su conjunto cuando, al mismo tiempo, no se corrigen o eliminan imperfecciones o regulaciones en otros mercados.Una economía en que los mercados siempre se vacíen y en los que no hay costos de ajuste ni desempleo de los recursos, sería racional y efectivo practicar el laissez faire.En otras palabras, siempre que haya distorsiones de la economía real es teórica o conceptualmente posible diseñar una política que si bien no remediara totalmente la situación, eliminado todos los problemas, mejorara el bienestar nacional.