Anarcosindicalismo en Cataluña durante la guerra civil española

Casi todas las sociedades obreras creadas desde el siglo XIX habían tenido un componente anarquista bastante importante.

En este congreso se decide la creación de los Sindicatos Únicos, en sustitución del viejo sindicalismo gremial.

Esta se ve pronto privada de sus cuadros más importantes, entre muertos, heridos y huidos, así como por las numerosas redadas contra el sindicato.

Al terminar la dictadura, y llegar la II República, los obreros la apoyarán masivamente pensando que las cosas cambiarían en lo social.

Pero pronto la CNT se rompe en dos, ya que el impulso revolucionario de los grupos anarquistas - ya estuvieran organizados o no en la FAI - provocará choques políticos con los más moderados, partidarios de dar tiempo a que se consolide la República.

Pero estas insurrecciones provocan una fuerte represión del gobierno de la Generalidad que, junto con los problemas internos, terminan minando el sindicato.

La cifra se recuperaría hasta el verano, cuando habría ya de nuevo unos 200.000 trabajadores organizados en la CNT.

En tanto a la FAI, esta se hallaba dividida en dos facciones importantes, una en torno al grupo Nosotros (García Oliver, Ascaso, Durruti, Ortiz, Jover, Vivancos, etc.) y la otra en torno al grupo Nervio (Diego Abad de Santillán, Pedro Herrera, Fidel Miró, Germinal de Sousa, etc.).

En dos meses, el comité consiguió organizar a unos 20 000-25 000 milicianos que se repartían en un frente de 300 kilómetros.

Asimismo, Zaragoza era un nudo de comunicaciones, a medio camino entre Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao.

A pesar del importante despliegue en el Frente de Aragón las columnas milicianas no lograrían alcanzar sus objetivos.

Parece ser una iniciativa propia de Alberto Bayo, que la consultó directamente con el presidente Companys.

Meses después, Palma de Mallorca se convertiría en una base militar clave para atacar los puertos republicanos en la costa mediterránea.

Este morirá más adelante en el frente, pero su columna seguirá manteniendo su nombre, aunque alternándolo con Libertad.

Sería comandada por José Ramos por la CNT y el anarquista portugués Germinal de Souza por la FAI.

Sería una de las columnas más opuestas a la militarización, aunque finalmente tuvo que aceptarla, convirtiéndose en la 153 BM.

Tampoco quería ir él mismo, sino que consideraba a Miguel Yoldi como más capacitado.

Pero de nuevo se le convence que es él la persona más idónea para dirigir la columna debido a su reputación y fama.

Mientras tanto se acepta el CCMA como un organismo de colaboración entre los diferentes partidos y sindicatos republicanos.

Y durante todo el mes se llevan a cabo conversaciones para terminar con la dualidad de poderes que existe en Cataluña.

Que García Oliver abandonara Cataluña dejaría a los anarquistas catalanes sin una figura clave para su acción política.

ERC también conservará Cultura, y lo que es más importante, Seguridad Interior, en manos de Artemi Aiguader.

Lanzaría la idea del Exèrcit Català, que sería el primer paso para un ejército nacional de una hipotética Cataluña independiente.

De esta forma aunque -como ocurrió más adelante- hubiera aún patrones o directores, la producción real estaba controlada por los trabajadores.

Pero algunas familias tenían a más de una persona en la colectividad trabajando, así que en términos generales se compensarían las cifras.

La Generalidad estaba presidida por Lluís Companys, de ERC, por entonces el partido más poderoso del Frente Popular en Barcelona.

[10]​ El grueso de la militancia del PSUC sería gente nueva que nunca había pertenecido a ningún partido anteriormente.

Así que el secretario nacional de la CNT, Horacio Prieto, entró en negociaciones con Largo Caballero para proceder a coger algunos ministerios del gobierno central.

También algunos militantes como García Vivancos o Gregorio Jover logran calmar a los milicianos para que no abandonen el frente.

Por otro lado en la CNT-FAI se produce otro terremoto, que termina con la dimisión de los 4 ministros anarquistas en el Gobierno central.

Milicianos de la Columna Ascaso en julio de 1936, antes de partir al Frente de Aragón .