La Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), fue una organización juvenil anarquista creada en Madrid en 1932 durante la Segunda República Española.Actualmente existe una federación que se reconoce como continuadora de la FIJL, aunque las diferencias entre la FIJL anterior a la Transición y las siguientes son notables, tanto en afiliación, como en edad y actividades realizadas.Allí se redactó una declaración de Principios, tácticas y finalidades que con algunos cambios sigue en vigencia hoy en día.[3] Durante esta época se manifestaron tres tendencias en cuanto a sistema de organización.Los comunistas promovían una Alianza Juvenil Antifascista en la que participaban a veces miembros de la FIJL.Por otro lado, durante algún tiempo se estuvo debatiendo si crear una Internacional Juvenil Libertaria, cosa que no llegó a buen puerto.Tras estos sucesos, no quedaba ninguna duda de que el Comité Regional debía cambiarse.Tras la guerra civil española el movimiento libertario se divide en dos: una parte radicada en España, represaliada por la dictadura franquista y reconstruida varias veces.En Europa y en España existía la sensación de que los Aliados al ganar la Segunda Guerra Mundial harían algo contra los últimos estados fascistas de Europa (España y Portugal).Las guerrillas seguían en los montes e incluso se intentaba un ataque contra la dictadura por los Pirineos desde Francia (bastante desastroso de todas formas).En aquel año, sin embargo, se produce una escisión en el seno de la CNT, que divide las aspiraciones del movimiento libertario en el exilio y enrarece el ambiente.pasaron José Peirats, Liberto Sarrau, Germinal Gracia, Abel Paz, Raúl Carballeira, Juanito Pintado, Eduardo Vivancos y otros muchos.se nombra un comité de defensa del que es secretario José Luis Facerías.Por tanto, comienza una nueva etapa de represión brutal que acaba con las guerrillas en los montes y en las ciudades.En esta época van destacando los grupos de acción como Los Maños, Facerías, Quico Sabaté, Caracremada, Massana, etc.Hacia finales de los años 50 el movimiento libertario en el interior había quedado prácticamente desarticulado.En los 60 ya participarían jóvenes de Francia, Países Bajos (los Provos), Italia, Reino Unido y Alemania, lo que conseguiría resucitar el anarquismo en Europa.Esta sería en gran medida la manera de conectar a los nuevos jóvenes anarquistas de los años 60 con el pasado anarquista obrero que se había perdido en Europa y que representaba el movimiento ibérico.De esta época destacarían Octavio Alberola, Marcelino Boticario, Luis Andrés Edo o Salvador Gurruchari.A partir de entonces, aunque ya desde 1962, los grupos libertarios que realizaban acciones armadas y bombas, se ponían diversos nombres para no ser reconocidos.Pero justamente el tipo de anarquismo que estaban adoptando las nuevas generaciones lo hacían incompatible con las organizaciones clásicas del movimiento libertario español.Desde entonces el relevo lo tomaría el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) y el anarquismo autónomo que se formaría en torno a su lucha.En cambio, en otras poblaciones, los «aguiluchos», maltrechos tantas veces por la represión, se habían adelantado en la reconstrucción a la de los confederales anarcosindicalistas: por ejemplo, en Valencia y Alicante, donde las JJLL editaban un boletín, Kronstadt, y son a su vez un firme apoyo para la CNT.Pero, aunque en estos meses se han extendido por muchas ciudades sólo hay núcleos más o menos coordinados, y aún no se llega a celebrar ningún congreso que decidiera sus líneas de actuación.La fuerte caída de la CNT entre 1978 y 1981 arrastra a todo el movimiento libertario que se hunde con ella.Posteriormente han surgido otras agrupaciones que se reclaman herederas de las FIJL histórica, especialmente en los años 80 y en los 90.[12] En el replanteamiento posterior primero a nivel individual y después más colectivamente se produce el acercamiento de las FIJL hacia el insurreccionalismo, en boga entonces en Italia.A diferencia de la "FIJL insurrecionalista" se identifican con la organización formal (en palabras del propio insurreccionalismo) y también defienden el anarcosindicalismo (al contrario que la anterior Federación), si bien ello no le impedirá criticar a organizaciones como la CNT.
Sede de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL). Calle de la Paz de Valencia.