Defensa Interior (DI) fue una organización anarquista antifranquista española creada para reactivar la lucha contra la dictadura franquista y que recurrió al terrorismo.
Nació oficialmente en 1961 y comenzó a perpetrar atentados al año siguiente.
[3] La creación de Defensa Interior se decidió en el Congreso Confederal de Limoges de 1961, donde se produjo la reunificación de las dos tendencias en que se había dividido el Movimiento Libertario Español desde hacía quince años: los «colaboracionistas» encabezados por Juan García Oliver y Aurelio Fernández, y los «apolíticos» que apoyaban al consejo nacional con sede en París que encabezaban Germinal Esgleas y Federica Montseny.
[3] La dirección va poniendo al frente a militantes de talla y con experiencia conspirativa, con enorme autonomía y que disponían de contactos con las autoridades francesas gracias a haber participado en la Resistencia.
[6] El Comité decidió llevar a cabo «acciones de hostigamiento» contra el gobierno franquista para denunciar la represión y aportar solidaridad a los presos políticos.
[3][7]Todas estas acciones son reivindicadas por la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL).
[3][7] El 29 de septiembre, en Milán, fue raptado el vicecónsul español para impedir la condena a muerte del estudiante libertario catalán Jordi Conill que había sido detenido en Barcelona al mismo tiempo que otros jóvenes libertarios en otros lugares de España.
[3] Estas acciones son reivindicadas por el Consejo Ibérico de Liberación (CIL).
En 1963 en Roma estallan bombas en las oficinas de Iberia y en la delegación del CSIC, con inscripciones contra el turismo en España.
Todos estos atentados formaban parte de la campaña contra el turismo en España.
La víctima del atentado que sufrió las heridas más graves, y que entonces tenía 15 años, comentó muchos años después al conocer la noticia de quiénes habían sido los verdaderos culpables: «Me sigue pareciendo indignante que pagaran quienes no habían cometido el atentado.
José Luis Espinosa Pardo, antiguo agente secreto del gobierno argelino que en 1964 ofreció su servicio a la policía franquista, también se infiltró y colaboró en el desmantelamiento de las FIJL en el exilio.
Cipriano Mera es dejado en libertad gracias a su avanzada edad y estado de salud.