Se formaron durante la situación revolucionaria que acompañó a la guerra civil en diversos puntos de la geografía española.
En Barcelona las colectividades ejercieron un papel de gestión similar a las cooperativas, sin patronos, al ser controlado todo por sus propios trabajadores.
La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) prefiere utilizar el término colectividad o socialización sobre cooperativa como quedó reflejado en el acta de su V Congreso celebrado en 1979, por pensar que el primero es más próximo a la idea original del colectivismo.
Se realizaban asambleas periódicas para controlar lo que estaba haciendo la colectividad.
En los lugares donde los sublevados contra la República no habían triunfado, los ayuntamientos o los propios campesinos iniciaban la colectivización.
Cada grupo elegía un delegado que representaba sus opiniones en las reuniones de la colectividad.