Mujeres Libres

Junto a la Confederación Nacional del Trabajo, la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias y la Federación Anarquista Ibérica, constituyó una de las organizaciones del movimiento anarquista español.

Y entendemos por errores masculinos todos los conceptos actuales de relación y convivencia: errores masculinos, porque rechazamos enérgicamente toda responsabilidad en el devenir histórico, en el que la mujer no ha sido nunca actora, sino testigo obligado e inerme... no nos interesa rememorar el pasado, sino forjar el presente y afrontar el porvenir, con la certidumbre de que en la mujer tiene la Humanidad su reserva suprema, un valor inédito capaz de variar, por la ley de su propia naturaleza, todo el panorama del mundo.

... que miles de mujeres reconocerán aquí su propia voz, y pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud femenina que se agita desorientada en fábricas, campos y universidades, buscando afanosamente la manera de encauzar en fórmulas de acción sus inquietudes.

En Barcelona la Agrupación de Mujeres Libres estableció comedores colectivos, organizó cursillos de alfabetización, enfermería y puericultura y envió víveres a la Madrid asediada.

[7]​ La necesidad de enfrentarse tanto a la revolución como a la guerra les llevó a desarrollar una serie de programas con dos objetivos fundamentales: la capacitación, es decir, la preparación de las mujeres para el compromiso revolucionario, y la captación, que consistía en su corporación activa al movimiento libertario.

Para ello establecieron programas educativos, el más básico de los cuales era erradicar el analfabetismo; facilitaron programas para incorporar a las mujeres a la fuerza laboral como trabajadoras cualificadas con un salario digno; se ofrecían programas educativos sobre desarrollo y cuidado infantil; crearon programas para refugiados que ofrecían asilo y escuelas además de otros servicios y asistencia a combatientes tanto en el frente de batalla como en los hospitales.

[8]​ En su libro Carnets de la guerre d'Espagne, la poetisa y escritora anglo-australiana Mary Low señala que: Al acabar la Guerra Civil muchas de ellas marcharon al exilio.

Mercedes Comaposada, Sara Berenguer, Libertad Ródenas, Pepita Carpena Amat y Concha Liaño, entre otras.

Algunas se integraron en la resistencia y en la reorganización del movimiento libertario como Sara Berenguer.

Dolores Ibárruri , figura comunista femenina y dirigente de la AMA, en 1936.