Literatura de Alfonso X el Sabio

Sin embargo, la mayoría de las obras alfonsíes se han conservado solo en manuscritos posteriores, menos cuidados, pues los preciosos manuscritos del escritorio real se perdieron o destruyeron en algún momento.

[2]​ Hay varias invectivas destinadas a Pero da Ponte, poeta de la corte de su padre Fernando III el Santo, que constituirían una disputa cruzada posiblemente en el tiempo en que Alfonso era aún príncipe.

El estilo de estas cantigas d'escarnho es burlesco e ingenioso y no se arredra en el tono satírico e incluso procaz contra quienes habían sido oponentes al futuro rey de Castilla.

Pero son las Cantigas de Santa María la obra cumbre lírica del rey sabio, y poseen un gran interés tanto desde el punto de vista literario como desde el musical y plástico.

Asimismo, en varias de las narraciones aparece el propio monarca o sus familiares como personajes protagonistas.

Conocemos esta obra por su versión francesa titulada Livre de l'eschiele Mahomet que fue elaborado, según reza el prólogo, en 1264 por mandato de Alfonso X a partir del original castellano.

Las obras en prosa del rey Alfonso el Sabio conservadas pueden clasificarse en cuatro apartados según la materia abordada: obra legislativa, histórica, científica y recreativa.

A esta empresa responden los siguientes tratados legales: El Fuero real fue redactado hacia 1252 y responde a la obligación de dotar de una legislación unitaria para las ciudades castellanas recién reconquistadas.

Esta obra sienta los fundamentos legales teóricos para sobre él construir un corpus jurídico argumentado.

Nunca llegó a promulgarse y las circunstancias de su composición no son claras.

Contiene además información de carácter enciclopédico sobre los sacramentos destinada al uso sacerdotal y variadas reflexiones acerca del culto a la naturaleza desde el punto de vista pagano.

Esta base jurídica se prolongó durante siglos, y su influencia llega hasta nuestros días.

Se organiza además en títulos (182) y leyes (2479), estas encabezadas por un epígrafe que indica su contenido de manera más o menos aproximada.

Para la «Primera partida» se refundió el Setenario, probable borrador de esta sección.

Del derecho romano tardío, influyó el Corpus Iuris Civilis de Justiniano y la legislación para la vida eclesiástica, fundamentalmente el Decreto de Graciano y las colecciones canónicas o Decretales.

[4]​ Para contar la historia de España, Alfonso X se remonta a los orígenes hallados en las fuentes bíblicas, a Moisés, para continuar utilizando mitos y leyendas de la historia antigua griega y latina.

Según avanza el relato, aumenta la prolijidad en los detalles, sobre todo desde las invasiones germánicas hasta Fernando III, en que las fuentes más abundantes son crónicas y cantares de gesta peninsulares.

Además, la Estoria de España se sirvió de otras crónicas latinas medievales, la Biblia, la historiografía clásica latina, leyendas eclesiásticas, cantares de gesta en romance e historiadores árabes.La General estoria, también llamada Grande e general estoria, es una muy ambiciosa obra que aspira a ser una historia universal desde la creación del mundo.

Su redacción fue emprendida, al parecer, en 1270, cuando ya estaba muy avanzada la Estoria de España.

[6]​ La obra fue ampliada en 1279 con el Libro de las formas e imágenes que están en los cielos, más conocido como Tablas del Lapidario.

El códice está iluminado por unas cincuenta miniaturas de animales del zodíaco.

Durante mucho tiempo fueron la base de todas las efemérides que se publicaron en España.

Las observaciones originales provienen del astrónomo árabe cordobés del siglo XI al-Zarkali, y la revisión de la misma se fundó en las observaciones llevadas a cabo en Toledo por los científicos judíos alfonsíes Yehuda ben Moshe e Isaac ben Sid entre 1262 y 1272.

Conocemos la existencia de otras importantes obras redactadas por el escritorio alfonsí que no han llegado hasta nuestros días, al menos en su versión final en castellano.

Del Liber Razielis solo se conserva su versión en latín, traducida en 1259 posiblemente por Juan D'Aspa.

Alfonso X el Sabio con sus colaboradores del escritorio real.
Miniatura de las Cantigas a Santa María .
Manuscrito del Calila e Dimna
Edición de Gregorio López de las Siete Partidas
Manuscrito de la Estoria de España .
Manuscrito de la Grande e general estoria (códice de El Escorial) de Alfonso X el Sabio .
Manuscrito del Lapidario
Tablas astronómicas de Alfonso X el Sabio.
Problema de ajedrez n.º 35 del Libro de los juegos .