Lenguaje no sexista

[6]​ Abarca una variedad de estrategias, reglas y mecanismos lingüísticos, que no son uniformes, ni se encuentran siempre consolidadas por el uso social.

[10]​[11]​[12]​[13]​ En inglés palabras específicas, que contienen en sí mismas marcadores de género, como actor (actor) y actress (actriz), han tendido a ser unificadas con sentido neutro, por el término originalmente masculino.

[31]​ En 1995, las instituciones académicas de Canadá y Gran Bretaña habían implementado un lenguaje "no sexista".

[31]​[32]​ Más recientemente, se hicieron revisiones a las publicaciones de Women's Press de The Handbook of Non-Sexist Writing y The A–Z of Non-Sexist Language para desradicalizar las obras originales.

Algunos ejemplos son: Algunos enfoques consideran que el sexismo en el lenguaje afecta la conciencia, las percepciones de la realidad, la codificación y la transmisión de los significados culturales y la socialización,[33]​ según una postura determinista del lenguaje.

Los investigadores han señalado la regla semántica en funcionamiento en el lenguaje del hombre como norma general.

[38]​[39]​ Algunos lingüistas, como George Lakoff, han señalado que ciertas palabras tienen un significado diferente de un género a otro, generalmente con matices negativos cuando se refieren al femenino.

En el caso del idioma inglés no es intrínsecamente sexista en su sistema lingüístico, sino que la manera en que se usa se convierte en lenguaje sexista y neutro en términos de género.

La palabra «mademoiselle», que significa «señorita», fue declarada desterrada de las formas administrativas francesas en 2012 por el primer ministro François Fillon.

[44]​ Los hablantes de alemán también han planteado preguntas sobre cómo el sexismo se cruza con la gramática.

En este sentido, al 2019, la Real Academia Española no había cambiado su recomendación sobre el uso genérico del masculino, pues lo considera un término no marcado: «"los alumnos" es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones».

Las instituciones públicas, en su caso, deciden la adopción de las medidas políticas que estiman necesarias.

[57]​[58]​ Señala, así mismo, la necesidad de «reivindicar los usos que se conocen como "lenguaje no sexista".

Igualmente desde la lingüística antropológica se propuso en su momento la hipótesis de Sapir-Whorf por la cual las categorías lingüísticas limitaban o condicionaban el pensamiento, aunque el trabajo lingüístico posterior ha criticado muy severamente estas propuestas, que en realidad hacen afirmaciones de un tipo similar a las usadas por muchos autores dentro de la crítica feminista.

y "establecer que esta Administración [...] propiciará otros mecanismos inclusivos tendientes a evitar cualquier sesgo discriminatorio en la comunicación utilizando siempre un lenguaje que se ajuste a las reglas del idioma español".

[72]​ En el ámbito nacional se han aprobado múltiples guías y recomendaciones para una comunicación no sexista, igualitaria e inclusiva, con perspectiva de género.

[73]​ La Guía adopta una postura liberal en materia de reglas del lenguaje, avalando incluso aquellos usos y modalidades que aún no han sido registradas por las academias lingüísticas, como la creación de opciones neutras como el pronombre «elle».

[78]​[79]​[80]​[81]​[82]​[83]​ Cuando se habla de grupos integrados por varones y mujeres y con el objetivo de visibilizar a las mujeres, se utilizan las siguientes estrategias: Junto con la visiblización del uso del género femenino en el discurso, también se ha propuesto el uso de términos que no denoten género, utilizando para ellos diversos mecanismos.

En el caso del idioma español, se han propuesto diversos pronombres, muchas veces como adaptaciones de los pronombres tradicionales utilizando las variantes de género neutro con arroba, asterisco, equis u otros signos.

[90]​ En otros idiomas se ha incorporado oficialmente un término neutro, como el caso del sueco, cuando en 2015 se sumó el término hen como pronombre no binario por la Academia Sueca.

En el caso del francés, se han propuesto los pronombres iel y on, aunque han sido rechazados ampliamente por la Academia Francesa, que ha calificado el uso de lenguaje no sexista como una “aberración”.

[115]​ En portugués, en tanto, se han propuesto algunos pronombres neutros como el, elu o ilu.

Argumentan que estas modificaciones no tienen respaldo en el uso general del idioma.

[117]​[118]​ Aunque la RAE reconoce la importancia del movimiento feminista y sus demandas por una mayor equidad en el lenguaje, sostiene que su función es preservar la lengua tal como se ha desarrollado históricamente.

La RAE defiende que el masculino genérico es un término no marcado que puede referirse a grupos mixtos y, en contextos genéricos o inespecíficos, a personas de uno u otro sexo.

La RAE ha incorporado muchos femeninos al DLE y continúa haciéndolo a medida que estos se generalizan en el uso.

El informe,[121]​ titulado Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer,[122]​ presenta duras críticas hacia el lenguaje inclusivo, no sexista, acusándolo de violar varias reglas gramaticales y señalando lo siguiente:[123]​[124]​[125]​[126]​ Por su parte, Inés Fernández-Ordóñez, una de las académicas que no suscribieron el informe, señala:[127]​

Un cartel que explica el lenguaje inclusivo en español, en una protesta feminista en Madrid , España.
Pancarta con la frase Ningún pibx nace machista en una marcha feminista queer en donde se modifica la última vocal de ' pibe ', por la « x », en consideración de que escribir dicha palabra, sería una forma de lenguaje sexista .