Así lo refleja el manifiesto fundacional de las New York Radical Feminists, Politics of the Ego (1969): «Pensamos que el fin de la dominación masculina es obtener satisfacción psicológica para su ego y que sólo secundariamente esto se manifiesta en las relaciones económicas».
Las mujeres activistas debatieron sobre si debía crearse un ala en el propio movimiento u organizarse de manera autónoma.
Las constituyentes del movimiento feminista radical usaron estos grupos como una herramienta fundamental para conseguir sus objetivos.
El propósito de estos grupos era «despertar la conciencia latente que [...] todas las mujeres tenemos sobre nuestra opresión»[cita requerida] para propiciar «la reinterpretación política de la propia vida»[cita requerida] y poner las bases para su transformación.
[7] Algunos detractores del feminismo radical han manifestado su rechazo ante ciertos grupos minoritarios dentro del feminismo radical que en manifestaciones por el 8M generan destrozos y vandalismo hacia comercios, monumentos y locales públicos.
[18][19] Por su parte, algunas feministas radicales justifican el vandalismo como “una forma de visibilizar los problemas que acongoja a las mujeres y no pasar desapercibidas”.
[19] Cabe destacar que no todas las feministas radicales utilizan estos medios en las marchas.
Uno de los puntos más controvertidos es la Identidad de Género, del cual algunas feministas radicales están totalmente en contra, alegando que las mujeres trans no deben ser consideradas mujeres ante la ley, pues esto, según ellas, supondría un problema.