Para esto, planea diversas artimañas, bien sean físicas —como pueden ser disfraces— o con audaces y engañosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos.
[2] Los primeros cinco pies eran dáctilos y el último podía ser un espondeo o bien un troqueo.
En una asamblea de los dioses griegos, Atenea aboga por la vuelta del héroe a su hogar.
Penélope los evadía con una gran excusa: se casaría al terminar una prenda que tejía por el día y destejía por la noche.
Finalmente, Telémaco consigue una nave y emprende viaje a Pilos en busca de noticias sobre su padre.
La siguiente mañana, Telémaco y Atenea, que continúa en la forma de Mentor, llegan a Pilos.
Sin embargo, con la ayuda de Atenea, Odiseo logra llegar a la costa, donde se refugia en un río y finaliza el canto esperando la mañana para enfrentar su destino en su patria.
Le señala un bosque consagrado a Atenea, situado en las afueras de la ciudad y donde podrá descansar.
Odiseo cuenta todo lo ocurrido hasta ese momento, con lo que el rey queda impresionado y le ofrece la mano de su hija, mas Odiseo no acepta, por lo que el rey cambia su ofrecimiento por ayudarlo a llegar a su isla.
Odiseo se presenta, y comienza a relatar su historia desde que salió de Troya.
Primero destruyeron la ciudad de Ísmaro (donde estaban los cicones), y allí perdió a bastantes compañeros.
Odiseo, con su astucia, emborrachó con vino a Polifemo, mandó afilar un palo y cegaron con él al cíclope mientras este dormía.
Eolo entregó a Odiseo una bolsa de piel que contenía los vientos del oeste.
Al acercarse a Ítaca, sus hombres decidieron ver lo que había en la bolsa, se escaparon así los vientos y se desencadenó una tormenta que hizo desaparecer la esperanza del regreso al hogar.
La hechicera se enamoró de Odiseo y logró retenerlo allí un año, pero nunca se vio correspondida y finalmente le dejó marchar, no sin antes decirle que antes de regresar a casa tendría que pasar por el Inframundo para pedir consejo al ya difunto adivino Tiresias.
A su encuentro salieron todos los espectros, que quisieron beber la sangre de los animales sacrificados.
Consiguieron llegar a Trinacria (nombre griego de Sicilia), la isla del Sol.
Atenea aconseja al joven Telémaco salir de Esparta y regresar a su hogar.
Al día siguiente, Odiseo, de nuevo como mendigo, se dirige a su palacio.
Solo es reconocido por su perro Argos, que, ya viejo, fallece frente a su amo.
Le dan 2 trozos de pan a Odiseo, que, tras quitarse su manta y dejar ver sus músculos, gana fácilmente al mendigo.
Odiseo, ocultando su verdadera identidad, mantiene una larga conversación con Penélope, quien ordena a su criada Euriclea que lo bañe.
Al día siguiente, Odiseo pide una señal, y Zeus lanza un trueno en medio del cielo azul.
Odiseo aprovecha para ver quién es fiel al desaparecido rey y, por tanto, habrá de conservar la vida.
Ante las quejas de los demás, Odiseo responde con amenazadoras palabras, y los pretendientes temen por sus vidas.
Odiseo manda a Euriclea que haga fuego y limpie el patio con azufre.
Odiseo marcha a casa de su padre, Laertes, que se encuentra trabajando en la huerta.
El hombre se encuentra envejecido y apenado por la larga ausencia de su hijo.
La única versión española que se conoce realizada por una mujer es la de la cubana Laura Mestre Hevia.
La repercusión de la Odisea en la cultura occidental se puede ver en las numerosas adaptaciones y versiones que su argumento ha tenido en prosa, verso, teatro, cine, televisión e historieta.