Una hecatombe (en griego ἑκατόμβη, hekatómbê) designaba originalmente, en la Antigua Grecia, un sacrificio religioso de cien bueyes.La palabra proviene de los términos del griego antiguo ἑκατόν, hekatón, «cien», y βοῦς, boũs, «buey».El mito de Prometeo, contenido en la Teogonía de Hesíodo, nos narra cómo este titán engañó a Zeus dividiendo un buey sacrificado en dos partes, y pidiéndole al dios que eligiese entre ellas; el astuto titán había colocado en una parte todas las ricas carnes y vísceras, y en la otra solamente los huesos, pero cubiertos con las grasas para que pareciera gorda y suculenta; cuando el crónida (Zeus) cae en el engaño y elige esta última parte, Prometeo se queda con la carne y las vísceras del buey, que comparte con los humanos.La palabra Hécatombaia (Hecatombeas), transliteración del griego antiguo Έκατομβαϊα, designa, de una manera general, a las fiestas religiosas en que se celebraban hecatombes.Se celebraban Hécatombaia dedicadas a varios dioses diferentes: